jueves, 15 de noviembre de 2007

EL OTRO JUAN PABLO, por María José Navarro




Querida Helena:

No todas acaban mal. Verás. El abonado 2.941 del Atleti también se llama Juan Pablo. Una tarde del 92 me explicó en un balcón de Rosales que le gustaba el sur de la ciudad porque, por la noche, parecía Manhattan. Y te juro que yo vi Manhattan aquella noche y muchas noches más.
Juan Pablo se hizo atlético tarde. A los nueve años. Ya sabes que las chicas somos más precoces en todo, y lo mío fue a los siete, ya ves tú, y lo cuento siempre como la gran hazaña que merece la pena en mi vida. Todo lo demás, es una sandez.

El Juan Pablo de ésta historia se hizo atlético gracias a Leivinha y a un robo de balón del brasileño a Iríbar que le comenzó a cambiar los lunes en el colegio. En un colegio de la calle Padre Damián desde el que, durante trece años, contempló unas gradas que no eran las suyas. Y un lado de la M-30 que no le gustaba. Porque a él siempre le fascinó atravesarla.

Juan Pablo y yo nos hicimos amigos gracias al Atleti antes incluso de habernos visto. Suele pasar, no es novedad. Tú trabajas en una oficina de Morata de Tajuña y en tu empresa hay un tío que es del Atleti en Camargo y tú no paras hasta que a ese tío le has dicho que te tiene para lo que sea. Pues lo nuestro fue así. Cuando llegué a Madrid fue mi primer compañero. El primer amigo que necesita verte a deshoras, el primero que hizo que ésta ciudad mereciera la pena. El primero que se ofrecía para todo. El primero que hizo de su casa la mía. El primero para muchas cosas, y el último para otras. Excepto, durante un partido del Atleti. Se reseteaba. Se resetea, el tío, de hecho.

Una tarde de agosto del año pasado me llamó. Me sorprendió mucho ver su nombre en la pantalla. Hacía tanto tiempo. Tanto. Que te lo quiero contar. Verás, es que, con este marrón, te acuerdas sólo de la gente que ha sido importante. Que tengo un melanoma. Y un linfoma también. Y quiero que tú lo sepas, porque, aunque no hablamos, hago memoria y tú estás siempre ahí. Tú sigues siendo importante.

Le mandé libros durante la quimio. Y música también. Y un sms todos los días. Durante seis meses. Unas veces había respuesta. Y otras no. Pero no importaba. Yo me lo imaginaba en la cama, preguntando por el Atleti. Cuando acabó el tratamiento, nos vimos. En el barrio del antiguo Metropolitano nos vimos. Se le habían caído las uñas. Y le dolían las piernas. Pero a mí me pareció que era él el que me consolaba con su abrazo. En la revisión le vieron otra mancha. Y le dijeron que se había reproducido. Me llamó desde un tren volviendo de Pamplona y ese día fue el primero( sí, otra vez el primero) que no pude trabajar. Un error médico, mecagüen.

Hace solo unas semanas volví a ver su nombre en la pantalla de mi móvil. Oye, que, ahora que estoy bien del todo, incluso de la cabeza, quiero que sepas que te quiero muchísimo. Y me puse a llorar en el 37 como si me hubieran atracado. En todos los partidos del Calderón nos llamamos. Ahora, además, le pido que se levante. Y me haga gestos desde la otra punta del campo para saber que está ahí. ¿Por qué es tan malo Maniche?, me manda. Y yo adoro a Maniche. Juan Pablo está ahí.

P.D. Gracias, Hele. Me invitas a tu casa y tengo la sensación de dejarla perdida. Baja tú la tapa de la taza que a mí se me olvida. Un beso enorme. MJ Navarro.

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María José Navarro es periodista. Trabaja en la Cadena Cope y es columnista del Diario La Razón.

13 comentarios:

Hele Atlética dijo...

Gracias a tí María José. No creas. La casa ha quedado limpita y reluciente, como si hubiera pasado el mayordomo de Tenn. Así da gusto con las visitas. Vuelve cuando quieras que esta es tu casa y verte con la camiseta de "futblogera" es un auténtico placer.
Saluda a Juan Pablo de mi parte y dile que yo también adoro a Maniche. Dos chicas como nosotras no pueden equivocarse.

Un beso muy grande
Helena

Anónimo dijo...

A mi que tengo a mi padre tocadillo estas cosas me tovan mucho la fibra pero al final es bonito ver a gente tan admirable y con tantos cojones. Y añado, cuando se escribe con sinceridad da gusto!.

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho este post entre grandes atléticos. Me ha emocionado incluso.

besos.

Anónimo dijo...

A la gente del Atleti nos gusta ganar, como a todos, la diferencia con los demás es que no lo necesitamos para vivir y que el fruto de la victoria no siempre es computable. Los del Atleti queremos ganar para repartir la victoria entre los demás en forma de abrazos y roces, por eso somos diferentes, por eso lo vivimos tan intensamente, por eso nuestra vida es tan leal a unos colores. Mi vida es el Atleti, mi Atleti es la vida.

A los que el día de mañana nos lean para que puedan comprender que aquellos que antes de nosotros estuvieron nos enseñaron lo que hoy a ellos les legamos….nuestra alma.”

Carlos Ruano dijo...

Emocionante historia de amor y amistad. Si me lo permitís, no es el atleti lo que diferencia a unos de otros, es el alma que, como yo, no entiende ni hostias de fútbol.
Bonito, María José. Felicitaciones desde un túnel paralelo.

Anónimo dijo...

Se nota que las niñas no saben de futbol.¡¡¡ Si Maniche es muy malo !!! (je, je, je).
A la gente de bién siempre le queda un poso de cariño para la persona a la que han querido, pase el tiempo que pase y por grave que sea lo que te separó de ella. Y el que se siente perdido siempre recure a quien le ha querido.
Es bonito que las cosas terminen bien, sea por el problema/enfermedad que sea, y no siempre han de terminar mal y sobre todo no siempre han de terminar.
En estos casos habría que deicr eso de......."Lo que el Aleti ha unido que no lo separe el hombre". Y lo hago extensible a todo en la vida.
Y como me gusta mucho el cine, e incluso la risa, ya sabes que "Quién tiene un amigo tiene un tesoro" y tú lo eres para alguien.

Manchego Curado dijo...

Eh, oiga, un momento..La niña Hele sabe mucho de fútbol..De lo mío tiene usted toda la razón...

Sergio Medina dijo...

Me reitero en lo del otro día ¿Hay algo más bonito que ser del Atleti? Qué bien escribís y de que manera más bonita sabeis transmitir las cosas, si es que se me ponen los pelos de punta. Un beso

Martin Sueldo dijo...

muy buen blog, me gustaría intercambiar links www.elblogfutbolero.blogspot.com
si te interesa. Un abrazo desde Argentina

Budy dijo...

Que tal?
Gran post, muy emotivo un placer haber pasado por tu blog de nuevo ¿puedo enlazarte en el mio?
Besos
P.D. IV entrega de juegos futboleros, pásate y juega que hay premio.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Así es el Atleti y así somos los atléticos. Como decía la campaña del centenario, "esa extraña conexión", capaz de hacer que nos emocionemos con este tipo de historias porque, en mayor o menor medida, todos hemos vivido alguna así. Con las rayas rojiblancas de fondo, por supuesto.
Un saludo.
Tony Santana
www.futbolreal.com

Pako Botella dijo...

Bonito y profundo si señor.Cosas que le hacen ver a uno que no es tan animal como piensa.En fin.Buen blog y sabias palabras,sobre todo lo de "si prefieres a Arteche antes que a Beckham".Un saludo,te enlazo en mi blog y te invito a que veas el mio por si quieres hacer lo mismo.

Zar Polosco dijo...

Has estado en mi casa y me he presentado en la tuya. He comenzado leyendo las historias de los dos Juan Pablos y tengo un nudo en el estómago que me costará quitarme. Espero no te moleste que me dedique a curiosear por ahí. Prometo no desordenar nada. Creo que voy a disfrutar mucho leyéndote.

Y Mª José Navarro es buenísima. Me encanta cuando comenta con Abellán. Sentencia de una manera tremenda.