martes, 15 de marzo de 2011

Mi padre (y el Atleti)

Si él no hubiera dicho adiós a todo esto el pasado sábado, ahora estaría a mi espalda cambiándome fechas o corrigiéndome alguna alineación.

Se me ha ido mi padre, sí, y todavía no puedo dejar de llorar, no su muerte, si no la ausencia y el vacío que me deja. Fue un padre cojonudo, un padre de manual, tanto es así que todos los buenos momentos de mi infancia, que han sido muchos, están ligados a él. Tanto es así, que en todos lo malos momentos que he tenido luego, siempre ha estado ahí, de una forma u de otra, en lo bueno o en lo malo.

Si me pongo a contar anécdotas de su relación con el Atleti tendrían ustedes que cancelar sus planes de Nochebuena porque no terminaríamos. En un anuncio un niño le preguntaba a su padre porqué eran del Atleti. Yo lo tengo claro, él me hizo del Atleti porque era imposible querer tanto a alguien y no querer a lo que el tanto quería.

Sé que ese abono que me regaló al cumplir los 10 años era una "trampa" para que mi madre no le pusiera mala cara después de tantos años cancelando planes para irse al metropolitano, poniendo excusas para no ir a celebraciones familiares por escaparse al Calderón o por ajustar siempre las ciudades que no "podíamos dejar de visitar" justo cuando, qué casualidad, se desplazaba allí su Atleti.

Se ha ido mi padre la misma semana que su idolatrada Jane Russell, la única mujer con la que, según sus palabras le hubiera gustado hacer el amor (qué eufemismos usáis los hombres) a parte de con su "Pilita". Sin embargo, si está en algún sitio habrá postergado sus planes para que Escudero le cuente cómo marcó aquel gol o compartir con Arteche cómo disfrutamos el día de la remontada contra el Betis.

Guardo la portada del ABC en la que el sobre el titular de "El tren de la Alegría" se asoma a la ventana de un viejo expreso que les traía de Sabadell tras conquistar una Liga, el mismo año que yo nací. También atesoro las entradas de Lyon cuando nos estrenamos los dos en el arte del calimocho, aquella en la que tras ganar al Athletic en el Bernabeu se sentó en una acera a consolar a un seguidor del equipo contrario que lloraba o la de Zaragoza cuando nos rompieron una luna del autocar los seguidores de la Real y vino todo el camino acordándose del Polilla y su familia cercana.

Aunque lo mejor de todo son los recuerdos... el día aquel que no íbamos a ir al partido, un partido de primera ronda de Copa contra el Mallorca, que era de noche y hacía frío, y quince minutos antes del principio estábamos cogiendo un taxi con la ropa encima del pijama. El día del Vitoria de Guimaraes que nos pusimos a saltar vallas y se rompió los pantalones, sus gritos contra Landáburu, contra Julio Prieto, contra Bjbel... Su felicidad en todos los títulos que hemos vivido juntos (gracias Atleti por regalarnos estos dos últimos para vivirlos juntos).

Hace unos años, después de 50 como socio (a él eso de abonado nunca le entró), el asma ya no le dejaba subir a su localidad en el primer anfiteatro "estoy junto a las cámaras en todo el centro y un poquito alto, la mejor localidad del Calderón", repetía a quien quisiera escucharle. Desde entonces iniciamos el ritual de llamarnos por teléfono cada vez que marcaba el Atleti, primero yo y si había suerte y "mojábamos" de nuevo, marcaba mi número para que celebrásemos juntos los goles.

Sus últimos tres meses han sido jodidos de verdad y aún así, no ha dejado de ver ni un partido de "los chicos", cuando los médicos y enfermeras se sorprendían por su entereza y su capacidad de sufrir sin quejarse ni una sola vez, se encogía de hombros y decía "soy del Atleti, estoy acostumbrado" y como no podía ser de otra manera se fue al cielo mientras jugaba nuestro equipo del alma.

Hace años le di las gracias por haberme inoculado el veneno atlético y él me las devolvió por haberle correspondido con el del antimadridismo. Le hubiera gustado ver cómo horrorizados, le dijimos al de la compañía de seguros que no podía haber ninguna corona blanca (por mucho que se empeñara en que eran más elegantes, qué despropósito) o su "friki-esquela" con un Aupa Atleti como final. Le enterramos con las cartas que le escribió mi madre, su compañera, su amante, su MUJER, con todas las letras y con la que ha compartido 57 de sus 72 años. Pero también, como no, con un escudo de su otro amor... el Atleti.

Me quedo con la pena de no haber podido ganar un derby en los últimos años para celebrarlo con él y con varias latas de Mahou. Igual es este sábado, pero ¿a quién voy a llamar yo, papi, si tu ya no estás?

Te quiero, Papá y nunca te olvidaré. Gracias por todo.

martes, 22 de diciembre de 2009

Peinada para la Junta


Ya me encuentro mejor, amigos. No sé si por las muestras de cariño recibidas o porque la pareja de centrales griegos, trankimacín y citalopram, van haciéndose con el control del área pequeña.

Yo creo que es por lo primero, que sus mensajes de apoyo han resultado de lo más terapéutico y con la técnica esta de contarles mis lamentos he conseguido hasta salir en el blog de Carlos Fuentes. No se lo tomen a la ligera, oigan, que hacer una aparición, aunque sea como actor secundario, en el Rojo y el Blanco, tiene mucho más mérito que lo de “La Esteban” en Sálvame el pasado viernes. Que no es que no me esté dejando el finiquito en casa de la terapeuta, pero al menos no he tenido que pasar por el quirófano a retocarme la nariz y las bolsas.

La neuropsicóloga (es por no repetir lo de la terapeuta, que los cronistas no debemos utilizar las mismas palabras en tan sólo dos renglones de diferencia, pero es la misma persona no se vayan a liar) ha insistido mucho en el refuerzo positivo que suponen todos sus mensajes y la actuación estelar en tan emblemático blog.

Todos estos apoyos consiguen que mejore mi autoestima que, según Carmen (la neuropsicóloga, la que era la misma que la terapeuta, que es que se llama así) estaba por los suelos. Así que ayer mismo por la tarde me fui a ver a Bárbara. Esta es sólo peluquera pero aunque se horroriza cuando ve el estado de mis raíces consigue, por mucho menos dinero, una terapia mucho más efectiva que la otra (la de la terapeuta, hombre, que están hoy que no se enteran de nada).

Ahora estoy como Carmela Soprano, con las capas ahuecadas y en chándal todo el día. Yo es que quería haberme acercado hoy a la Junta de Accionistas del Atlético de Madrid. Había pensado que ya que estoy en paro y tengo tiempo para hacer cosas, pasarme por allí y escuchar las explicaciones que dan Gil y Cerezo de la caótica situación de mi equipo.

Le había pedido su acción a mi padre y había quitado la mía del marco en la que la tengo colgada, junto a una lámina de Modigliani y un mapa antiguo de cuando en Europa no había tantos países y Prosinecki jugaba con Yugoslavia y Belanov con la URSS. Pero resulta que me llama un amigo y me dice que ya puedo ir montando otros planes que para entrar en la Junta de Accionistas del Atlético de Madrid hacen falta al menos 2.906 acciones. Sí, como lo leen, 2.906 acciones, muchas más que para acudir a la Junta General del Santander, de Ferrovial, de Endesa o de todas ellas juntas.

Entonces pensé en mi carnet de periodista, que para eso paga una a la Asociación de la Prensa y es un pase que lo mismo me ha servido para aparcar en el IFEMA que para pagar menos en la Tate Gallery. Pues tampoco. Hasta los redactores del AS o del Marca tienen vetado su acceso a esta Junta en la que se deberían dar explicaciones de cuánto está pasando en la entidad.

Y ya no es sólo lo deportivo. A la penosa situación en la tabla, el traspaso de jugadores como Heitinga, las insólitas renovaciones, la anunciada salida de Maxi, los cambios de entrenador que no han servido para un cambio (a mejor) en el equipo… además está lo económico. Yo no soy de números pero me cuenta mi amigo Emilio, que de esto entiende un rato, que sólo en el ejercicio anterior hay unas pérdidas antes de impuestos de cerca de 28 millones de euros. Eso sin haberse gastado un duro en fichajes, habiéndose anunciado operaciones urbanísticas que traerían grandes beneficios al equipo y con los ingresos de haber estado en Champions, las televisiones, el campo casi siempre lleno. Y una alcanza a entender que el otro equipo grande de la capital, con el desembolso en figurines que ha hecho, esté endeudado hasta las cejas, pero ¿nosotros?, perdón, digo ¿ellos? Pues sí, señores, hay una deuda (Emilio dice el pasivo exigible de la entidad, pero eso no lo entiende nadie) de cerca de 500 millones de euros.

Pero ya les digo, tendremos que seguir tragándonos las explicaciones que nos quieran dar y mirando de reojillo a un terreno de juego que da muy malos pálpitos y que hace que los fantasmas de segunda, se nos aparezcan junto a los del Cuento de Navidad, en nuestras peores pesadillas.

Pero ya les digo, que estoy mejor. Y no es por el gol de Jurado, mire que son morbosos ustedes, ni por las meritorias paradas de Asenjo en el último partido (que ya saben que la gente de Palencia y de Albacete son mi debilidad). Es que estoy escuchando el sorteo de la Lotería de Navidad y que cuando acabe, como nos pasa con el Atleti, tendremos que decir con un lamento esperanzado "Esta vez tampoco. Otro año será."

lunes, 14 de diciembre de 2009

Terapias


Me ha dicho mi terapeuta – ahora llaman así a los psicólogos- que tengo que escribir para acabar con la ansiedad que me sacude desde hace unas semanas.

- “Oiga, ¿y no podría mejor subirme otra vez la dosis de alprazolam? Es que me hace menos efecto que la infusión de hierbaluisa y melisa que me prepara mi madre”.

- “No, es que usted lo que tiene que hacer es descubrir los motivos que le causan esa ansiedad para así poder hacerle frente”.

- Maldita escuela conductista (esto no lo digo, pero lo pienso muy alto). “Bueno… ya sabe usted que me he quedado sin trabajo, la semana pasada fue mi último día y lo de la oficina del paro fue realmente traumático”.

- “¿Traumático?, hábleme de ello”.

- “Bueno, ya iba prevenida, no se crea. Me había tomado media pastilla antes de salir de casa pero en el autobús ya tenía palpitaciones y las manos frías. Pero es que al llegar allí tuve que ponerme media más bajo la lengua. Aquello era un depósito de gente sin alma. Mucha gente. Muy fea. Muy mal vestida. ¿Cómo quieren que no les despidan si llevan esos jerséis? Y la gente que te atiende… la gente que te atiende ha sido elegida a través de un minucioso casting con el único fin de hacer que la gente que allí concurre sume a su condición de parados, nuevos motivos para deprimirse. Tiene que formar parte de algún programa gubernamental para que no vayamos a cobrar el desempleo. Fíjese que hace un mes que no me tiño las canas y ni siquiera me había puesto ni una chispa de rimmel, pues aún así me sentí como Esmeralda cuando el Jorobado de Notredamme me indicó que me sentase, que tenía mal todos los papeles, que ya me podía ir y que no volviese por ahí, que esa oficina no me correspondía.

A esas alturas, la verdad, ya había renunciado yo mentalmente a cualquier emolumento del estado, que me claven antes astillas en las uñas, que me obliguen a escuchar un disco entero de Leonard Cohen, que sólo pueda comprarme lencería color carne en los próximos diez años… cualquier cosa mejor que volver por allí se lo juro.

Mire me encontré con el cuñado de una amiga, periodista también, parado también, del Atleti también y le tuve que pedir que me sacase a la calle. Me empezó a hablar del equipo y yo me eché a llorar. La cara de estupor de Lorenzo (que así se llama el cuñado de mi amiga) era un poema. Fíjese que panorama para él. En la puerta de la oficina del INEM con una chica con la que ha hablado dos veces en su vida y allí, llorando con desconsuelo”.

-“Hombre Hele, no puedes tomarte esto así. Si la crisis ya va remitiendo. Fíjate en mí que llevo ya dos años en el paro y hoy he venido a solicitar los 400 euros de ayuda”.

-“No, si no es eso Lorenzo, si mi trabajo se había convertido en un infierno. Es que estoy muy hundida”.

- “Ya, al principio es muy duro. Y lo nuestro, lo del Atleti, no ayuda. Pero piensa que a lo mejor estas ante tus tres últimos días de vacaciones seguidas en mucho tiempo. ¿Te gusta dibujar, hacer aerobic, tocar algún instrumento?”

-“No, antes tenía un blog y me gustaba escribir sobre el Atleti y leer lo que pensaba y escribía la gente, pero cuando las cosas se pusieron realmente duras en el trabajo tuve que renunciar a ello”.

- “Pues hombre, lo del Atleti no sé si va a ser una buena terapia, igual acabas más deprimida, chica…”
………………………………………............................

-“¿El Atleti le deprime?” (esta es otra vez la voz de la terapeuta, la psicóloga, ya saben. Es que no domino muy bien esto de las técnicas del flashback).

-“Ya veo que usted no sigue el fútbol”.

- “Hombre, fútbol, lo que se dice fútbol… el Atleti…” (esto no lo dice, pero lo piensa muy alto dada la curvatura de la comisura de sus labios) mientras que se limita a un mmmm, mmmm, indicándome que siga.

- “Pues mire, el Atleti está como yo. Con ansiedad, un poquito deprimido y con ataques de pánico. Eso ha dicho el entrenador que debe ser de su misma escuela”.

- “¿Escuela?”

- “Sí, vamos, que se sabe muy bien los síntomas, pero no da con la tecla para solucionarlo”.

- “Ya le digo que esto tiene que ser fruto de un intenso trabajo de conocimiento de uno mismo”.

- “Pues lo lleva claro, entonces”, digo yo haciéndome la despistada y regateando la propuesta de introspección que me lanza. “Mire tiene un portero que se siente obligado a poner de titular pero que está también un poco como yo”.

-“¿Deprimido, con ansiedad?”

- “No, gafado. El caso es que el chaval combina paradas de mérito con indecisiones impropias de un portero con el cartel que traía y las alabanzas que le dedica la prensa.”

- “Ahh, esto es interesante. ¿Se siente usted gafada?, ¿Cree qué lo que le pasa es ajeno a sus propias decisiones?”

- “Es que son decisiones incomprensibles, oiga. Las de Quique, quiero decir, que colocar a Ujfalusi como lateral, vale, pero ya como lateral izquierdo… que quiere que le diga. Y Valera en la otra banda, Perea, con el añito que me lleva de central y Juanito, que me da mucha pena, tan mayor, como yo y sin posibilidad de demostrar su oficio.”

-“¿Mayor? Se siente usted mayor. ¿Profundiza como le indiqué en su línea del tiempo?”

-“¿Línea del tiempo? Debe referirse usted al centro del campo. El tiempo que tardan en construir una jugada y el poco que tardan en aturullarse y perder los balones. Está el pobre Assunçao que lleva ya 8 tarjetas amarillas. Es que le dejan vendido. Y Jurado, fíjese que había empeñado yo mi credibilidad como bloggera con este chaval, que mi máxima ilusión era demostrar que tenía más fútbol que el “calesitero” de Iniesta. Y claro fútbol tendrá el chico, pero sangre… ya le digo que si sigue así la cosa en un par de crónicas tengo que dar mi brazo a torcer”.

-"¿Le cuesta dar su brazo a torcer?"

-“¿A mí o al Atletico?”

En ese momento la terapeuta hasta parece interesarse. Creo que el nombre de Assunçao, por su sonoridad, le ha hecho mover algún engranaje de su psique en el que no vamos a entrar y que ya tratará ella con su terapeuta. Me mira y me contesta, abriendo los ojos un poco más de la cuenta por primera vez en toda la sesión: “a los dos, a usted y al Atlético, les cuesta dar el brazo a torcer?”

-“Bien, me alegro de que me haga esta pregunta. No sé si a Forlán le pasa como a mí o si a mí me pasa como a Forlán. Supongo que no es la primera vez que un paciente le dice esto”

Ella suspira, intenta decirme algo, pero la interrumpo…

“Mire, Forlan el año pasado le pegaba desde treinta metros y el balón entraba. Yo antes, en el trabajo, redactaba artículos utilizando la técnica de la escritura automática, sin saber lo que decía exactamente, y a mi jefa le gustaban. Pero un día, al jefe de Forlán dejaron de gustarle sus escritos y a mí los balones que antes besaban la red comenzaron a írseme al segundo anfiteatro. Nada que Freud no haya analizado antes, ¿no cree?”

-“Vamos a dejarlo, creo que le voy a subir la dosis de Alprazolam”.

-¿A Quiqué?

-“No, a usted”

- “Ah, vale, a eso venía…”

lunes, 14 de septiembre de 2009

Jurado no fue a la manifestación

Miren que a las cinco menos diez ya estaba buscándole por las inmediaciones. Pero ni en la Puerta Cero, ni en las taquillas del Fondo Sur, ni entre los que se quedaron desplazados en el Norte. Cuando a las cinco y un minuto Alcalá ya hablaba en la SER de 100 o 150 seguidores, Jurado todavía no había llegado y ni siquiera cuando la cabecera de la manifestación doblaba por la entrada a los palcos privados y la cola no había llegado al bar el Doblete se había incorporado a la marcha.

Ya tienen excusa mis lectores, pensé cuando acababa el partido. Este esquirol no puede jugar en el Atleti. El resto lo saben ustedes. Abel hizo un guiño a este blog y por fin se decidió a darle minutos a Jurado desde el primer minuto. Eso sí, a cambio de semejante alegría nos privó de verle junto con Forlán y Agüero. Supongo que el cansancio del uruguayo y el desánimo del argentino tras los compromisos con sus selecciones era una excusa tan buena como otra cualquiera para no probar con los tres juntos.

A mí no me pagan por ser entrenadora, pero si los que se apropiaron indebidamente del club tuvieran a bien hacerlo, creo que mi prioridad sería ver de qué manera pueden jugar ellos y Simao sin que se resienta el funcionamiento colectivo. Algunos dicen que eso podría desequilibrar el equipo, pero ¿es de un equipo equilibrado sacar un punto de seis? Al final, por esas cosas que una nunca llegará a entender del todo, me temo que otro año más veremos cómo algunas descompensaciones en el centro del campo (Simao y Maxi no son precisamente una oda al rigor táctico) tienen mejor prensa que otras, y aquella frase de "el fútbol es una manta corta, si te tapas la cabeza te destapas los pies" nos puede coger con la cabeza y los pies a la intemperie, Jurado en el banquillo y la sensación de no haber puesto todo el talento junto, al menos una vez, para probar a ver qué pasa. Lo que algunos llaman ataques de entrenador y otros simplemente cobardía.

Pero bueno, hoy seguiré leyendo que no tiene sangre, que pierde muchos balones y que, lo que es peor, cuando los pierde no lucha por recuperarlos. El sábado fue el mejor y desde aquí volvemos a pedir una nueva oportunidad para el gaditano. Lo demás ya lo habrán leído ustedes en las crónicas, en los blogs, en los foros… que yo llego tarde una vez más y con pocas ganas de hablar de un Atleti que presiento que nos va a dar pocas alegrías este año, al menos sobre el terreno de juego. Fuera de él espero muchas cosas de ese otro Atleti que somos todos nosotros.

Que ya no seamos 14, si no 4.000, que el Frente Atlético, aunque sea con guiños, se sume a las reivindicaciones de la afición, que ya no se atrevan a quitar todas las pancartas, que la gente deje de mirarte como si fueras marciana porque exiges y recriminas al Palco o que el MARCA, pese al gol de Cristiano, encuentre un motivo para seguir hablando del Atleti, son síntomas de que algo está cambiando. Si esto se queda de nuevo en lo que pudo ser y no fue, será culpa nuestra. Sólo nuestra.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

La Agrupación, !qué decepción!


Siempre he tenido muy claro el papel jugado por la Agrupación de Peñas del Atlético de Madrid. Ser la voz de las peñas, representar a tantos colectivos, a tantos aficionados (en su mayoría de fuera de Madrid) no tiene que ser fácil. Y no debe ser fácil porque existe tal crisol de opiniones que unificarlas se antoja una tarea imposible.

Por eso siempre he respetado cuando la Agrupación no ha querido pronunciarse. Incluso cuando ese silencio parecía una ofensa, una omisión en la defensa de los aficionados que representan. En esas ocasiones, me he limitado a encogerme de hombros y a pensar que si hoy el autobús de mi peña aparca tan cerca del campo es gracias a ellos, que no debe ser agradable pasar tu tiempo libre en la cena conmemorativa de la Peña Atlética de Cartagena o tener que recordarles a los jugadores que aplaudan a la grada al final de los partidos y firmen cuatro autógrafos en los desplazamientos.

Y su razonamiento era claro. Representan a tanta gente que no pueden tomar un posicionamiento político en contra de una directiva, porque podrían no estar dando un reflejo veraz de lo que sus asociados piensan.

Sin embargo, en las últimas 24 horas, la Agrupación de Peñas ha lanzado tres comunicados a cada cual más surrealista, peor escrito y con más faltas de ortografía. El primero de ellos, para mostrar su apoyo a la gestión deportiva del club y anunciar su respeto a la manifestación del sábado como expresión democrática de una colectividad siempre y cuando no se haga en día de partido, por eso de no alterar a los jugadores, ya saben. El segundo para exigir a los medios la reproducción íntegra del primer comunicado y de paso recordar por dos veces que la manifestación convocada no está autorizada y el tercero para, esperen que me lo lea otra vez que no me ha quedado claro... Ah sí, el tercero, todo en mayúsculas creánselo, para justificar por qué no se habían puesto en contacto con las peñas antes de emitir el primer y el segundo comunicado y recriminar a los medios la cobertura que están brindando a las protestas convocadas.

Es decir, que escogen justo un momento como el actual, con la afición de uñas contra los dirigentes y los medios de comunicación dando más renglones y minutos de radio que nunca a esta corriente (bendito parón de Liga) para lanzar este “bastardo” mensaje de apoyo.

¿Y qué creen?, ¿Qué hablan de esos datos que ya conocemos? Sí, hombre, ya saben, los 14 años sin títulos, el descenso, la desaparición de las secciones, el desprecio a la cantera, los 200 jugadores, los 45 entrenadores… ¡Qué va! Justifican que dada la situación económica no se hayan hecho fichajes. Obvian las mentiras que se han contado, olvidan las promesas, los jugadores no vendidos, el rastrero traspaso de Heitinga.

Reflexionan sobre la escasa calidad de jugadores traídos otros años (¿por qué entonces no lo denunciasteis?) como justificación para la no llegada de otros nuevos a nuestra plantilla y se amparan en la deuda de la entidad (¿Por qué esta deuda?, ¿Por qué se dijo que se vendía a Torres o el Calderón para acabar con la deuda y ahora se defiende la venta de nuestro estadio sin que vaya a reportar ni un solo euro?, ¿Por qué esto tampoco se denuncia? ) para justificar la política de fichajes y traspasos.

En fin, que por todos estos motivos, los comunicados de la Agrupación de Peñas Atléticas han sido una auténtica decepción. Como representantes de las Peñas, de tanta gente, no deberían jugar con estas cosas, máxime cuando no representan el sentir de una afición que se está posicionando claramente (no hay más que ver las encuestas de los medios de comunicación) en contra de la directiva actual. Y a su lado, como voz comprometida, como representantes de la afición y no del club, deberían estar ellos.

Y denme medio minuto más para una última reflexión. ¿Y el Frente Atlético? Mientras todos se posicionan, incluso los que no deben, ellos se mantienen en silencio. Sé que actúan de forma autónoma y que serán ellos mismos los que habrán de decidir el momento y el lugar para pronunciarse. Pero, al mismo tiempo, creo que el grupo más importante de la afición, pierde una magnífica oportunidad de dar a conocer su sentir. Siempre han sido el único y verdadero motor de la afición dentro del estadio y como tal, se echa de menos que, fuera de él, no se pronuncien en defensa de los intereses del equipo que aman.

domingo, 6 de septiembre de 2009

HOOLIGANS DE CELULOIDE por Pablo Gasca de las Heras


Nada hay más aburrido que un fin de semana sin un partido del Atlético. Intentamos buscar alternativas a lo que para nosotros es normal. Pero cuesta. Y mucho. En el colmo de la desesperación bordeamos la locura: comidas eternas en casa de familiares, vamos al centro comercial con los críos, vemos ¿correr? el coche del Atlético de Madrid en no sé qué circuito de no sé qué fórmula... Y el tiempo, que nos vuela en el Calderón y aledaños, pasa más despacio que en Sildavia.

Aunque si no podemos ir al campo, ni ver a nuestro Atleti en la tele, sí podemos acudir al cine – en el caso que nos ocupa, en televisión – para pasar estas horas sin liga. Películas de fútbol hay muchas, pero la Dueña de esta casa me hace un encargo peculiar: Los aledaños de los estadios, las calles cercanas, los grupos de aficionados, los hooligans… así que, aunque son muchas las películas que trataron esta temática les destaco unas cuantas que, por un motivo u otro, me resultaron llamativas.

-Ultrà (Norte-Ultras-Sur en castellano): película italiana que nos cuenta las aventuras de un capo de los CUCS de la Roma. Aventuras en la calle, en la grada, amoríos y desamores. La película es mala. Pero mala de verdad. ¿Y por qué la destaco? Porque fue la primera que vi del tema. La primera pero no la última. Hasta tres veces y en tres idiomas diferentes (patrio, italiano y portugués) tuve la desgracia de verla en uno de tantos viajes interminables en autobús siguiendo a nuestro Equipo. Lo único que se puede destacar es el viaje en tren del grupo del Príncipe, así llaman al crack, de Roma a Turín.

-The Firm (El Firme): no confundir con la de Tom Cruise (aquí “La tapadera”). En mi opinión esta es la mejor película que se ha hecho sobre el tema del hooliganismo. La descubrí hace muchos años, una de tantas que ponía Telemadrid a la 01:35 am. Traumatizado por la anterior, no tenía muchas esperanzas. Me gustó y mucho. Nos cuenta la historia de los enfrentamientos entre diferentes grupos ingleses para abanderar la hinchada inglesa en la Eurocopa de Alemania 1988. Un joven Gary Oldman borda el papel de líder de los ICF del West Ham United. El director es Alan Clark, al que muchos conocerán de “Made in Britain”.

-Purely Belter (¡Qué pasada!): vamos a aparcar un rato el vandalismo. Muy buena y muy divertida esta comedia que conocí, sin querer, en los Renoir con tres espectadores en la sala: mi chica, un colega y yo. ¿Qué no haríamos por nuestro equipo de fútbol? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para conseguir el abono de temporada? Se irán sucediendo atracos, extorsiones, robos de coches. ¡Todo por el Newcastle United! El gran Alan Shearer aparece en un momento dado: genial el enfrentamiento entre la estrella futbolera y los dos protagonistas. El director, Mark Herman, haría tiempo después “El niño del pijama de rayas” (me lo acaban de soplar).

-Fever Pitch (Fuera de juego): ¿quién ha visto esta película y no se ha visto reflejado en Paul? Muchos, incluso, habrán tenido que lidiar con una Sarah. Estupenda la película y estupendo el concepto de vida de Paul: fútbol y música. El final nos cuenta aquel maravilloso Liverpool-Arsenal con la liga 88/89 en juego que en España seguimos por la Segunda. El Arsenal debía ganar por más de dos goles de diferencia y… ¿Terminará dejando Sarah a Paul?, ¿irá Paul a Anfield Road en el partido decisivo?, ¿ganará por más de dos goles el Arsenal? Véanla, en serio.

-The Footlball Factory (Diario de un hooligan): volvemos a los “gamberros”. Película “rara”. Me gustó mucho por su realismo, pero no su final exageradamente moralizante. Nos cuentan ahora la historia de un “segunda fila” de los Head Hunters del Chelsea. En el fútbol y fuera del fútbol. Cuenta con algunos golpes cómicos realmente maestros. Alguno de los actores (Frank Harper, por ejemplo) les sonarán de otras películas británicas.

-Green Street Hooligans (Defiende tu grada, creo que fue su traducción): anticipo en el cine de lo que hace poco sucedió entre las aficiones del West Ham United y del Milwall. La película parte de un error terrible: el actor principal, Elijah Wood. La historia tampoco es muy creíble: un estudiante estadounidense se convierte en tres días en jefe de unos malos malísimos del West Ham. La que lía es parda. Pero luego, al final... Se puede ver.

-There’s Only One Jimmy Grimble (El sueño de Jimmy Grimble): recomendable para ver con hijos, si los tienen, o sobrinos, en su defecto. Cuento infantil de los de antes pero en el fútbol. Un niño, apasionado del Manchester City, sueña con pisar algún día Maine Road. En el colegio tiene problemas con compañeros del United. Hay “brujas” y todo. Y un entrenador borracho (Robert Carlyle) ex-jugador del City. En el horizonte hay un torneo de fútbol con final en Maine Road. Pero el niño es muy malo jugando. Aparece la bruja y… Les ruego encarecidamente que la vean.

Y hasta aquí llegan mis “recomendaciones” para hacer más llevadera esta semana sin Atlético de Madrid. Alguna de ellas, además, les servirán para conocer un mundo diferente. Que las disfruten.

lunes, 31 de agosto de 2009

Uno de los nuestros

Parece que el acuerdo con el Everton es inminente. Dice la prensa que a lo largo del día puede hacerse efectivo el traspaso de Johnny Heitinga al club inglés por 5,7 millones de euros. Y nosotros que estamos acostumbrados a que pase todo lo contrario a lo que la prensa dice, esperamos que hoy vuelvan a equivocarse o que los que mal dirigen el Atleti utilicen el último medio gramo de cordura que les queda.

El Atleti busca laterales, y a Heitinga que es central pero que ha demostrado su solvencia como lateral, se le busca acomodo en otro equipo. Económicamente tampoco se entiende la operación. Hace tan sólo un año se desembolsaron 10 millones de euros por el holandés y ahora puede irse por poco más de la mitad para gastarse más dinero en otro refuerzo de "garantías".

Los que ya le habían visto jugar en el Ajax o en la selección holandesa aseguran que este ha sido su peor año. Cosas de la adaptación a un nuevo equipo, sistema, ciudad e idioma. Y ahora, que el jugador empieza a sentirse cómodo se le quiere enseñar la puerta de atrás.

Pero al margen de la conveniencia técnica y económica, Heitinga es uno de esos jugadores que yo siempre quiero en el Atleti. Alguien con carácter, con empuje, con garra. De los pocos de la plantilla que no duda en recriminar al árbitro las decisiones que considera injustas. Es un jugador que no se arruga, a los que imaginas en un futuro con el brazalete de capitán, de los que quieres que esté muchos años en el equipo.

Empecé a sospecharlo cuando vi la despedida que le brindaron en su ex equipo. La despedida de un jugador al que echarás de menos, pero también la de una persona, uno de los tuyos, al que le deseas lo mejor. Supongo que la misma que le hubiéramos brindado a Torres de haber tenido la oportunidad de hacerlo.

Nick Bakker, forofo del Ajax, en la despedida de Heitinga escribió lo siguiente: “Para mí, y para muchos otros fanáticos del Ajax, Johnny era algo así como tener a un auténtico hincha sobre el terreno de juego. El chaval pasó por todas las categorías juveniles del club hasta llegar al primer equipo, con el que ha jugado siete años. Los que somos del Ajax hasta la médula y no nos perdemos ni un partido a domicilio siempre hemos tenido la impresión de que él nos entendía sin condiciones. Siempre hemos sabido que él compartía nuestra pasión por el club. La expresión de su cara cuando nos enfrentábamos al Feyenord era legendaria; la misma que intentábamos imitar en todos los partidos los que nos sentábamos en las gradas.

Sobre todo era él quien fomentaba la estrecha relación que lo unía a nosotros. Se ponía a nuestro lado cuando no jugaba y era uno de los pocos jugadores que, ganaran o perdieran, se acercaba a nosotros después del partido. Siempre se apuntaba al pecho con el pulgar, orgulloso de nosotros, orgulloso del club... Si no entraba en el equipo, sabía que tenía que entrenarse mucho más y esperar que le sonriera la suerte la próxima vez. No se escondía y nunca dejaba que su ego pudiera más que él. Jamás se le oyó decir: “¡Si no juego, me largo!”.

John Heitinga también escribe su propio blog y a los pocos días de estar aquí ya hablaba con más sentimiento atlético que muchos otros jugadores que llevan años en la plantilla. Escribía el holandés cosas como esta… “Tener tu propio hogar es un gran alivio y te ayuda a aclimatarte antes. También te sirve para aprender más rápidamente el idioma. Hablo el español cada vez mejor. Si tuviera que ir al banco, seguro que me haría un lío, pero me las arreglo estupendamente en la panadería.”

En la victoria o en la derrota, Johnny siempre daba la cara para explicar lo bien o lo mal que se sentía. Así fue tras la derrota contra el Barcelona, “todos nosotros somos responsables de lo ocurrido. Nos quedamos completamente vendidos. Los primeros diez minutos fueron un desastre. Cuando por fin llegó la segunda parte, sólo queríamos que se acabara aquello de una vez por todas. Únicamente conseguiremos sacudirnos el polvo de este batacazo con una victoria en nuestro próximo encuentro. A todos los equipos les toca jugar partidos malos, pero anoche viví una experiencia por la que nunca antes había tenido que pasar. Y que no deseo volver a vivir jamás."

Pero además, es de esas personas a las que se las quiere en el vestuario. Hennie de Regt, entrenador de Heitinga de los 13 a los 14 años, comenta una anécdota que se le quedó grabada y que destaca la condición del joven como un auténtico jugador de equipo y líder futuro...“Si llovía y alguno de los jugadores se había olvidado el impermeable, John hacía que todo el equipo saliera a entrenar sin impermeable”, recuerda De Regt. “Así conseguía ahorrarle al compañero olvidadizo el enfado del entrenador. John cuidaba del resto del equipo. Solía decir que la lluvia no tenía nada de malo y que no era un problema entrenar sin impermeables”.

Por todas estas cosas, no quiero que se vaya. Que se marche de esta manera, sin haber podido demostrar su grandeza y su capacidad para ser un gran futbolista en el Atlético de Madrid. Me comentan quien ayer tuvo la mala suerte de poder ver al Atleti que Heitinga no estuvo bien, sin embargo, somos muchos los que tenemos grandes esperanzas depositadas en este jugador. Su traspaso sería un mazazo. Uno más de los nos han demostrado que sólo piensan en extrañas operaciones, ingresos y comisiones.

Cuando Johnny se marchó del Ajax, un aficionado escribió lo siguiente en un foro de seguidores “Johnny, querido colega del barrio, teníamos la esperanza de que nunca nos abandonaras. Eras la imagen de Amsterdam, la alternativa al emblema que nos arrebataron. Y, a pesar de todo nuestro sentir, te merecías este fichaje más que nadie en este mundo. Nos has demostrado tu inmensa valía. Eres un auténtico ajacied. Se me saltan las lágrimas sólo de escribir estas palabras… Te echaremos mucho de menos y siempre te recibiremos con los brazos abiertos cuando quieras volver a nosotros. Cuídate mucho.”

Ojalá nosotros podamos escribir algo parecido de este jugador. Con tanto respeto y agradecimiento. Ojalá podamos escribirlo cuando se retire. Dentro de muchos años.