domingo, 21 de septiembre de 2008

El elogio


El pasado 5 de septiembre Futblogeras cumplía un año. 85 entradas en total contándoles las aventuras y tribulaciones de esta colchonera. Les he relatado victorias y derrotas, satisfacciones y decepciones, recuerdos, vivencias y anécdotas. Salvo el color rojiblanco, muy pocas cosas tienen en común toda esta colección de crónicas y artículos sobre un año de fútbol del Atlético de Madrid.
Sólo recuerdo un nexo de unión a lo largo de tantos renglones: ni un solo elogio al equipo directivo que hoy marca las directrices del Club.

Hoy vengo dispuesta a romper la tónica y quitarme el sombrero hacia la política de fichajes, traspasos y cesiones del Club. Me da un poco de repelús, no se crean, eso de felicitar a García Pitarch, así un poco por lo bajini y mirando hacia arriba por si cae alguna tonelada de caspa sobre el portátil recién estrenado. Pero vamos, lo cortés no quita lo valiente.

Creo que se ha acertado como hacía tiempo que no se hacía. Todas las incorporaciones parecen valiosas y oportunas. Las de los destinados a ocupar un puesto de titular indiscutible en una plantilla con graves carencias, los pensados para las rotaciones e incluso, los que su posición inicial, salvo lesión o sanción, estaba en el banquillo a pie de césped.

Ayer contra el Recre pudimos comprobarlo una vez más. Coupet en la portería estuvo francamente bien. A mí me gustan las rotaciones en la portería tanto como a mis hijas las acelgas, pero las tres nos tenemos que aguantar con lo que nos toca. A mí, ver a Coupet alternarse con Leo Franco y a las pequeñas cenar acelgas, más o menos con la periodicidad con la que juega el francés. Cada uno manda en su casa, aunque Franco y los huevos fritos ocupen puesto cimero en nuestros respectivos escalafones.

En la defensa, qué quieren que les diga, esto no tiene color con lo del año pasado. De Heitinga ya hemos hablado por aquí, con decirles que mis amigos del Ipunkrock quieren formalizar una peña con su nombre antes de que se nos adelante algún pueblo de los de plaza empedrada y bar con raciones de oreja, que sin duda se lo merecen más que nosotros. Intercambiamos los comentarios de Johnny en su blog con la misma devoción que las reseñas del Azkena o las canciones del último de Paul Collins. Ayer no estuvo sobre el césped y Perea le sustituyo diciendo una vez más que sí, que lo hace todo con solvencia pero que su lugar está en el centro de la defensa y no en el lateral.

Ujfalusi, otra de las incorporaciones, es tremendo. Hace mucho tiempo que no veía un futbolista con tanta personalidad, tan autoritario y contundente. No sólo corta cualquier amenaza de llegada al área, también sabe jugar con el balón en los pies, da buenos pases y construye jugadas desde atrás. Son grandes aciertos los fichajes de Heitinga y Ujfalusi, pero es que además por el precio que ponía en su etiqueta, traérselos al Atleti ha sido una jugada maestra.

Seitaridis y Antonio López fueron quizás lo más flojito del encuentro contra el Recreativo, pero qué quieren... a Antonio le queremos todos y a Seitaridis hay que felicitarle por no ver la amarilla en todo el encuentro, algo es algo.

En el centro del campo, Simao estuvo soberbio, el mejor del partido. El portugués hace lo que quiere por su banda, para la consternación del rival al que se enfrenta. Sube la banda como por un carril y no encuentra obstáculo insalvable a su paso. Maxi, en la línea de los últimos partidos. Aunque ya saben que en este blog en el que se prohíben muy pocas cosas, una de ellas es cuestionar a nuestro capitán.

Maniche bien una vez más, Raúl también. Y arriba Sinama consiguió, como ya pasó en Eindhoven, que no se echase de menos a Forlán. Difícil, sin duda. Que uno de los destinados a ocupar el banquillo rojiblanco sea el pichichi de primera dice muchas cosas de la plantilla que se ha confeccionado.

El partido fue fácil y cómodo, ya saben, desde el primer minuto. Sumamos tres puntos más y una buena dosis de autoconfianza. Que se acerca el mes de octubre con un calendario más amenazador que la cara de una madre cuando sus hijas no se comen las acelgas, algo que después de los discos de Pignoise, es de las cosas que dan más miedo. Qué pasen ustedes un buen día y sigan aprovechando para enseñar el dorsal a los madridistas de la ofi que, hagan lo que hagan esta tarde, seguirán viéndonos la espalda, al menos tres días más.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Europa es colchonera


-¡Haaaaaaaala, qué exagerada como vas a titular así!
-Pues sí, si el AS puede titular Europa es madridista cuando el Atleti vuelve a Champions 11 años después, yo con más motivo, que encima puedo ser tendenciosa, mi público no es objetivo y estoy más contenta que unas castañuelas.

Y así lo siento, con la emoción del pueblerino que pisa la ciudad por primera vez, con la ilusión del niño en navidades y con nervios de chavala que espera encontrarse al chico que le gusta en la puerta del Agapo.

El Atleti solventó su primer gran duelo europeo con menos de los problemas de los esperados. Llevaba 11 años sin pasearse por Champions y enfrente tenía a un equipo que no había dejado de hacerlo en los últimos 13. Uno de esos equipos que te suenan de siempre, como el Borussia, el Inter o el Manchester, uno de esos de los que no quieres que el bombo coloque en tu grupo.

Salió el PSV vestido con rayas rojiblancas y el Atleti con una equipación rara -mejor que el pijama del año pasado, claro- pero rara, de esas que hacen que te cueste acostumbrarte a que es tu equipo y más si el rival viste de rojiblanco. Salió el Atleti, digo, sin mis nervios y sin mi emoción, como si llevase codeándose con los grandes de Europa un martes sí y otro también.

Y este “arreón” inicial, este no vamos a dejar las cosas para luego, fue clave ayer, como lo fue en Valladolid por su ausencia. Dejó claras sus intenciones el Atleti desde un primer momento y salió a por el partido con un equipo concentrado y unos jugadores conscientes de su labor. La de Leo estar colocado y certero durante todo el partido, la de Heitinga y Ujfalusi contener el juego del rival y sacar el balón jugado, la de Perea y Antonio López, sin hacer mucho ruido, demostrar que Seitaridis y Pernía sobran. El centro del campo jugar con fluidez y asistir a los delanteros y la de estos últimos, crear ocasiones y marcar goles. Fácil, ¿no?

Todos cumplieron. El Kun volvió a demostrar que se nos quedan tan pequeños los calificativos para definir su desparpajo en el área como la cláusula que le han puesto "Pin y Pon" para que siga muchos años con nosotros. A los 40 segundos ya avisaba de lo que estaba dispuesto a hacer y a los nueve culminaba con facilidad una jugada de Maniche y Luis García.

Lejos de arrugarse lo volvió a intentar Simao y lo intentó Forlán en su última acción antes de romperse, qué pena. Salió Sinama y consiguió lo difícil, que no se echase de menos a Forlán. El Atleti hizo el segundo, Kun mediante, y Maniche remachaba la faena con un remate a pase de Luis García ya en el segundo tiempo.

El Atleti dio sensación de equipo, ninguno de los nuestros jugó mal y muchos jugaron muy bien. No hubo periodos de bajón, ni momentos de inquietud. El rival fue, todo hay que decirlo, mucho más flojo de lo esperado y su defensa fue de todo menos infranqueable.

Visto el partido hay que pensar que lo de Valladolid fue cosa de un día o que faltó concentración por el compromiso europeo de vuelta de esquina. El caso es que la liga no da tregua y tan importante es pasear palmito por Europa como no descolgarse de los de arriba. El calendario es asequible antes de octubre y hay que aprovecharlo.

Igual que hay que aprovechar esta victoria para volver a sentir muchas de aquellas sensaciones de ayer ya olvidadas y que hoy nos hacen comportarnos como el pueblerino, el niño y la chavala. Incluso para titular una crónica.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Jet Lag

Estoy apunto de solucionar la Lógica del Bucle Temporal. No he necesitado una super computadora, sólo un partido del Atleti de este año y una crónica del pasado. Porque venía yo tan dispuesta a hablarles de virus fifas, de rotaciones, de dependencias y de plantilla corta y he tenido un dèjá vu tan brutal que me ha dejado con las mismas ganas de escribir que tendrán ustedes de leer.

Y duele un poco ponerse a desgranar excusas en la segunda jornada liguera o darse de cabezazos por el chute de autocomplacencia de las últimas dos semanas. El Atleti es el mismo Atleti, con algunos cromos cambiados, pero con casi todos los mismos problemas que hace 365 días.

A priori ya sabíamos que sin Heitinga y con Perea con jet lag, la cosa atrás pintaría peor. A priori sabíamos que sin Forlán y el Kun, la cosa delante pintaría peor. A priori nos preguntábamos porqué Assunçao jugaba y Raúl García, que ni tenía jet lag, ni virus fifa, no había llegado tarde al entrenamiento y ni siquiera había pasado cerca del aeropuerto, se quedaba en el banquillo.

A priori sabíamos también que Seitaridis vería una tarjeta amarilla. Son cosas de la estadística, no de la videncia, no se crean. Y también suponíamos que cualquier jugada rara en nuestra área, acabaría con el balón dentro de nuestra portería. Lo que no podíamos anticipar es que fuera a ser tan pronto. Estaba cogiendo la primera Mahou de la tarde, que para eso el madridista anfitrión ya me había cobrado 12 euros por comprarme el partido, cuando las risas de la audiencia ya me anticiparon lo peor.

Llegué justo a tiempo de ver al árbitro mostrándole la cartulina y a Vivar Dorado rematar con… ¿con qué remató Vivar Dorado? Tras amplio debate y no menos repeticiones, concluimos que remató con el omoplato, eso sí en uno de los mejores remates con el omoplato que se recuerdan en un campo de fútbol. No es que Coupet, que tampoco tenía jet lag, ni virus, ni pilotos en la familia, saliese a lo loco; es que ante un remate con el omoplato como ese, pocas opciones quedan aparte de recoger el balón, apretar los dientes y disponerse a la remontada.

No parecía difícil. Quedaba mucho partido y, aunque el Valladolid apretaba, creyéndoselo más que los nuestros y jugando un fútbol rápido y sencillo, un “piscinazo” de Pedro López dejaba a su equipo con diez jugadores y setenta minutos por delante. Pero ya saben como es este Atleti, que le cuesta menos complicarse la vida que a mi terminarme la cerveza. Sólo cinco minutos después, un jugador de color de nuestro equipo hacía un penalti tonto sobre el pichichi en remates con el omoplato del fútbol europeo. Y perdonen que no precise más, porque en este caso el debate y las repeticiones no nos sirvieron para averiguar si el autor de la “gracieta” fue Perea con jet lag o Assunçao que, aunque había viajado en AVE con el resto de sus compañeros, estaba más “empanao” que Phileas Fogg dando la vuelta al mundo en 80 horas.

Así que salió el Kun, que había llegado con retraso, y aunque marcó pronto y lo intentó en un par de ocasiones más, no pudo dar la vuelta al encuentro. Lo intentó Miguel de las Cuevas que había salido por Luis García y disparó al larguero, pero el Atleti no supo marcar el segundo gol y se marchó de Zorrilla, sin puntos, sin liderato y lamentando su falta de reacción.

Qué se le va a hacer, es pronto. El martes jugamos en Holanda (no se preocupen que son sólo tres horas de avión) y aunque ya se lo haya dicho, parece que la plantilla es corta, que cuando falta alguno de los puntales del equipo, se les echa demasiado de menos y que las rotaciones no son la solución para un Atleti con jet lag. Maldito jet lag.

lunes, 1 de septiembre de 2008

¿Qué síndrome?



Síndrome post-vacacional ¿Qué es eso?. Yo les juro que no había vuelto tan contenta al trabajo en septiembre desde que estrenaba zapatos, estuche y con suerte una goma Milán Nata. Todo lo demás lo heredaba de mi hermana.

Y encima la semana que viene no hay liga. Quince días para mirar la clasificación en el MARCA y vernos ahí, hala, los primeros. Con tres puntos de ventaja sobre Madrid y Barcelona.

Que sí, que sí, que esto no acaba más que empezar, ya lo sé hombre, no me sea vinagre, que estos pequeños detalles son los que sirven para salpimentar el final del verano.

Porque yo no se ustedes, pero yo estoy rodeada de “vikingos” por los cuatro costados. El de la oficina es el peor, y lo que más siento, es que no hablamos de fútbol desde que tuvimos una discusión allá por la Eurocopa, méritos de Luis y de Del Bosque mediante, para acabar con aquello tan recurrente de “mujeres a fregar, que es donde tienen que estar”. Con él me he tenido que conformar con darle los buenos días más sonriente que de costumbre y señalarle el precioso día que hacía. Creo que lo ha pillado.

Otra cosa ha sido en el bar. Allí me he quedado a gusto, se lo prometo.

- sí, chico, que te lo digo yo, que este Atleti promete.
- Bueno, bueno, ya veremos que la liga es larga y ya se sabe lo que pasa con las arrancadas de caballo.

Pero que quieren que les diga, el nuevo Atleti tiene un brillo especial. No creo que sea sólo cuestión de los que han llegado, tampoco de los que se han ido. Porque el Mallorca de Juradito y Cléber ha empezado con tristeza, pero no me digan que Mista no les dio ayer la mayor alegría como futbolista desde que se vistió de corto por primera vez.

El Atleti de este año, gana dos cero y sigue atacando. Parece un equipo con hambre de fútbol, con necesidad de marcar y jugar al ataque. Y eso, acostumbrados al repliegue y al conservadurismo pues se agradece mucho. En el nuevo Atleti, como en el patio de los colegios, juegan todos. Cierto es que Kun y Forlán siguen dando ese plus de calidad que nos separa de otros equipos, pero parece que este año hay otros argumentos para explicar las victorias del equipo.

Porque son muchos los jugadores que tienen permiso para tirar a puerta... Simao, qué bien tira las faltas; Maxi, aunque en una de ellas le de una patada al aire que es algo que tiene que dar mucho corte; Luis García, mucho más entonado; o Sinama Pongolle, que ayer se estrenaba en partido oficial.

La jornada hubiese quedado redonda si hubiese entrado ese cabezazo de Maniche para hacer el cinco cero. Porque una, que como ustedes saben, es de Maniche y que siempre ha defendido que si un jugador tiene unos kilos de más, es algo pendenciero y bebe un poco más de lo que debe, es como cualquiera de nosotros, es uno de los nuestros; en estos días no se cansa de aburrir a los vecinos de grada con los típicos “si ya os lo decía yo”, “que éste es el mejor fichaje”, “anda que no nota Forlán los metros que no tiene que bajar a por el balón”... y así hasta que los de cuatro filas más adelante se dan la vuelta cuando da un buen pase o corta un balón y los compañeros me dan palmaditas en la espalda cuando el Calderón grita su nombre. Que para mí, qué quieren que les diga, es como si el estadio entero corease al unísono “Hele, llevabas razón”, como si yo fuese la destinataria del mensaje en lugar de Aguirre.

Pues eso, que la recuperación de Maniche, y de Forlán, y de Maxi me llena de alegría. Igual que comprobar que se ha acertado fichando a dos centrales de solvencia, de los de labor callada, seriedad atrás y aportación con remates. Que hay un portero que hace palomitas hasta si el balón va fuera y eso siempre es muy de agradecer.

Y eso es todo, señores, que hoy es un buen lunes y que, aunque esto no ha hecho más que empezar, tiene buena pinta. Me pongo ya a trabajar, que mi jefe, como casi todos los jefes, es madridista, y hoy está de un humor de perros. Será el síndrome post vacacional ese, ¿o no?