domingo, 16 de septiembre de 2007

El golpe de realidad

El año del doblete el Atleti llevaba nueve puntos en las tres primeras jornadas. Se habían marcado 10 goles, la mitad de ellos de Penev, y los Kiko, Caminero, Simeone y Pantic comenzaban a deslumbrar a todo el país. Que distinto inicio de liga para los que este año pensábamos que teníamos plantilla para emular a los chicos de Antic.
Pero el golpe de realidad ha llegado demasiado pronto, demasiado cruel, con las ilusiones depositadas, una temporada más, en este equipo.

Porque aunque en el Bernabeu no se jugó como en la pretemporada y contra el Mallorca comenzaron a encenderse las alarmas, ha sido frente al Murcia cuando la triste realidad de nuestro Atleti ha dinamitado cualquier esperanza de que el año fuera diferente, de que los nuevos actores de esta tragicomedia pudieran interpretar un guión distinto al que estamos cansados de ver desde hace tantas temporadas.

Un Atleti triste, sin aspiraciones, sin mordiente, sin bandas, inseguro en defensa, sin alternativas, sin orgullo. Un Atleti que no ha ido a por el partido hasta que le han empatado, con un juego ramplón, sin ningún tipo de brillantez, sin detalles, casi sin individualidades, sin sistema.
A Aguirre le espera una difícil semana. Y no me da ninguna pena. Su cobardía, su racanería, su permisividad con un equipo que se echa atrás, su empecinamiento con Maxi pese a su bajo estado de forma, su confianza en que Maniche haga de cerebro, que quita al único jugador con posibilidades de gol y que al final del partido saca a un Mista completamente desmotivado. Con el mismo planteamiento, el mismo once inicial por tercera semana consecutiva pese a los malos resultados en las dos jornadas anteriores. Un entrenador que va haciendo grandes a los que se cruzan en nuestro camino, porque domingo a domingo le sacan los colores con la única máxima de no arrugarse, de ir a por el partido.

Y todavía hay que mirar más arriba del banquillo. Al que decide que Riquelme no tiene sitio en este equipo, en este sistema de juego. Al que hace una inversión millonaria para jugar la misma partida de ajedrez con distintas piezas. Al que vende a Torres para traer otros delanteros que siguen sin recibir balones. Al que deja al equipo sin identidad, sin casa, sin cantera. Los que están en el palco son culpables de acabar con nuestra ilusión y nuestro orgullo. Culpables de que el golpe de realidad llegue antes que nunca. En la tercera jornada de Liga.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Suscribo tu artículo. Los Giles y los Cerezos son los máximos culpables. Aguirre no vale, pero ellos le ficharon y le renovaron.

Cada vamos de mal en peor. Es un desastre de directiva, entrenador y jugadores.

un beso

rojialma dijo...

LA NIÑA Y EL OCEANO


Parece que la estoy viendo, todos miraban hacia otras direcciones y por esas cosas del destino yo me fije en ella. Tendría diez o doce años, estaba sola, no parecía ir acompañada, reparé en ella cuando empezó a bajar aquella larga escalera que conducía hasta el final de la grada.

La bajaba despacio, con pequeños pero firmes pasos, sin dejar de mirar al frente, sin escuchar el rugir de la grada, como hipnotizada por el ambiente. Todos a su alrededor gritaban y agitaban sus banderas al viento, ella, ajena a ese espectáculo, y presa de su encantamiento, por fin alcanzó la barandilla y allí se quedó inmóvil.

La ví cerrar los ojos y respirar muy lentamente, se diría que casi hacía un ejercicio de yoga, miró a su derecha, a su izquierda, al frente, como impregnándose del clima del entorno. En ese instante saltó el equipo al campo, el griterío era ensordecedor, las bufandas se mezclaban con los papelitos que llovían del cielo a miles. Los jugadores saludaron desde el centro del campo y cientos de almas atléticas ocuparon sus asientos lenta y ruidosamente.

Sin embargo yo la seguí observando, atraído por esa extraña escena en el gran escenario que es el estadio Vicente Calderón, algo me decía en mi interior que pasaría algo. Entonces ella, con parsimonia, levantó sus ojos hacia el cielo y masculló unas palabras que me fueron imposibles de descifrar desde mi localidad, bajó su mirada y lentamente desanduvo el camino que la había llevado hasta allí.

La seguí con la mirada, ya totalmente intrigado por conocer quien era y donde se sentaba, a mitad de la escalera se cruzó con ella una familia que llegaba tarde a sus localidades y fue entonces cuando desapareció. Me levanté de mi asiento como un resorte buscando su figura entre la multitud de cabezas, pero no la encontré.

Jamás volví a verla, nunca supe quien era ni lo que aquella tarde de verano significó en su vida, pero muchas veces cuando mi Atleti marca un gol en esa portería me acuerdo de ella y la busco con la vista por la barandilla. Quizás sólo fue una de tantas y tantas pequeñas historias que suceden en este campo con esta bendita afición.

El Atleti es grande porque está compuesto de miles de pequeños trozos de historias personales como ésta, historias de gente normal y corriente como tú y como yo que se sienten orgullosos de pertenecer al más grande sentimiento que jamás haya podido existir, el sentimiento atlético, que es tan permanente como indestructible.

A aquella niña, por darme una razón más para no renunciar jamás a mis colores.

Anónimo dijo...

Que pasa que la delantera del equipo esta formada por GIL CEREZO y AGUIRRE, o son otros los que juegan, vamos que es lo mismo de siempre, que en Madrid se vive como Dios y mas esos que van con unos cochazos y comiendo en los mejores restaurantes. Otra cosa cambiaria si les pagaran la mitad de sus salarios, por el rendimiento que dan en cada partido, que si, que todos tienen culpa del desastre que no s toca sufrir, pero los que juegan son los JUGADORES.
Me gusta tu blog.

David dijo...

¿Hay alguna "periodista" que no sea Helena? que "pesaaa" hazte de otro equipo, del Sevilla at. que por lo menos gana partidos, jajajajajajajajajaajja, nos vemos este finde en Manzanares el Real para ver otro partido de dibujos animados.
Lleva tú el vino y la cerveza

Baluarte Rojiblanco dijo...

Absolutamente de acuerdo, es una situacion bastante frustrante por todo lo que rodea actualmente al club... y no le dan situacion a ninguno de los problemas, en fin, esperemos que al menos el jueves vivamos una alegria, misera, pero alegria como es ganar a un equipo amateur.

Por cierto, añado tu blog a nuestra lista de blogs atleticos que no lo conocia.

un saludo!

Anónimo dijo...

La verdad es que a uno al final se le quitan las ganas de todo. Ayer me fui para Murcia, sin más equipaje que toneladas de ilusión para ver ganar a mi Atleti. Estaba convencido que era el viaje perfecto, una ciudad agradable, un trayecto cómodo, un sitio de buen comer, muchas peñas atléticas por la zona...y me decidí a viajar.

Convencí a unos cuantos amigos y para allá que nos fuimos, con ilusiones renovadas.
Efectivamente se cumplieron casi todas las expectativas que nos habíamos imaginado, el ambiente estuvo de lujo y nos dimos un buen baño de sentimiento atlético, pero falló lo de siempre, lo habitual en estos tiempos malditos....nos volvimos a encontrar con el lamentable espectáculo que dieron unos tipos que no valoran la camiseta que llevan puesta y que, lo que es peor, les da igual todo lo que rodea a esta institución.

Lo peor no es que jueguen fatal, es aún más triste que no les afecte que llevemos dos jornadas haciendo el ridículo contra dos rivales que en otro tiempo habrían salido al campo sencillamente acojonados. Ayer el rival sabía que tenía sus posibilidades.

Y yo me pregunto si de verdad merece la pena volver a jugarme la vida en una carretera para luego traerme sólo este montón de desilusiones, si merece la pena que llegue tarde a casa sólo por mantener una ilusión que ha sido el motor de mi vida durante tanto tiempo. Lo malo es que dentro de un tiempo volveré a tener esas ganas enormes de seguir a mi equipo allá donde vaya, volveré a querer ver tanta camiseta rojiblanca desperdigada por una ciudad lejana, volveré a alegrarme de encontrarme a tantos buenos amigos que están como yo.

Y volveré a arrastrar gente con el reclamo de mi forma de entender la vida, porque la gente del Atleti es así , le gusta divertirse, compartir un mini de cerveza o forofear sobre su equipo del alma...porque tenemos tantas ilusiones a flor de piel que no podemos contenerlas. Porque donde vamos dejamos huella, porque de donde venimos jamás nos olvidan.

Y yo me pregunto si estos individuos que salen al campo, estos directivos que no dan un golpe de autoridad en la mesa o este entrenador que no se ha enterado todavía que la afición atlética es un afición ganadora saben de lo que estoy hablando. Yo me pregunto si esta gente saben que ayer llegué a las tantas a mi casa sólo por demostrarles que tenemos ganas de comernos el mundo.

Pero no, no lo saben...porque no son atléticos.....no saben de lo que estoy hablando.
No saben que tú y yo hoy seguimos con hambre de felicidad.

Argantonios dijo...

Aquí los únicos culpables que hay son los ladrones del club, pero si a estos les interesa que el equipo vaya mal, hasta que no os deis cuenta muchos no vamos a poder hacer nada por intentar cambiarlo, el año que viene otros 9 o 10 fichajes y a trincar comisiones a mansalva, además, si nos metemos en Champions la dormida afición no va a conformarse ya con jugar la intertonto y hacerse pajas porque han ganado a la superVojvodina, esto ahora mismo ES UNA GRAN MENTIRA, hasta que no recuperemos las riendas de nuestro club, a no ser que nos la sude todo como parece,...y luego vamos fardando por ahí de que somos la mejor afición, pena me da.

Anónimo dijo...

Impagable. Realmente impagable una página futbolera con esta categoria literaria, narrada con la emoción de un asunto que trasciende o, mejor, se funde con la propia vida. Con la capacidad de análisis que futboleros o desasistidos del balompié, leemos con un placer que se aleja totalmente de las opiniones, retransmisiones y encuestas al uso. Los colores, la entrega a unos colores ligados a la propia vida. Una auténtica historia de amor a pesar de...., comprendiendo, soportando lunes negros y recordando momentos que lo compensan todo. Qué gusto deslizar la mirada por ello y sentir el amor por un club, por un Atlético Aviación, perdón, de Madrid, que tiene un juego de compensaciones para sus seguidores fieles y dolientes,que recuerdan en mucho el toreo del maestro Curro Romero. Un pase, tan solo uno de sus pases sublimes, resarcía a sus devotos, de tantas tardes de ayuno.

Sí, es un mercado, un gran negocio, o una forma de difuminar a la carta las cuentas de pérdidas y ganancias ¡qué se yo! pero aunque solo fuera por la capacidad de este Atlético para generar estos amores sin respuesta, que se transmiten en generaciones, aunque solo fuera por eso, digo, habría que alegrarse de que se meciera, de momento, sobre el Manzanares.

Macarena Portales

Anónimo dijo...

Felicidades por tu blog Helena, muy buenos tus comentarios se te ve madera de periodista y savia rojiblanca. ¿adivinas quién soy?