viernes, 12 de diciembre de 2008

Pero qué pena

Hace ya casi año y medio escribí un texto sobre el Vicente Calderón que significó el comienzo de este blog. Después han venido muchas entradas, muchos comentarios, muchas tardes de charla sobre el Atleti, muchas palabras escritas y muchas más derramadas en los bares.

Ha sido un tiempo de reencuentros... Tommi, Adalberto, Paquito, Iván. De conocer a mucha gente nueva, a Nacho y los suyos del Matani, los ipunkrockeros, los amigos de Señales. Un año y medio repleto de fútbol y amistad contados en el blog. Hoy que escribo la entrada número 100 es un día triste.
Triste porque se firma la sentencia de muerte del Vicente Calderón y me es muy difícil pensar en otro lugar en el que haya pasado tan buenos ratos, durante tanto tiempo. Son ya más de 25 los años que llevo acudiendo cada 15 días a ese barrio tan lejos del mío, tan distinto... y me es tan difícil imaginarme en otro sitio, que me siento completamente desconcertada como aquel al que desahucian de la casa de toda su vida.


Hoy vuelvo a pegarles aquella entrada que fue el principio de toda esta aventura escrita. Y que hoy, con la sentencia de muerte del Calderón, cobra un nuevo significado para mí.

MI VICENTE CALDERÓN

Tenía doce años recién cumplidos y el carnet de socia había sido mi regalo de cumpleaños. Era un sábado de octubre y jugábamos contra el Barsa. Por el atleti, Pereira, Marcelino, Juanjo, Arteche, Quique Ramos, Marina, Manolo Agujetas, Pedraza, Hugo Sánchez y Rubio. Con el Barcelona venían Shuster, Marcos, Julio Alberto, Victor, Moratalla, Alesanco.

No recuerdo muchas cosas del partido, más allá del resultado. Un empate a uno con un gol de Hugo Sánchez de penalti y un gol postrero de Marcos, pero tengo grabadas muchas sensaciones de aquella noche: el color tan intenso del césped bajo los focos y cómo resaltaban las rayas rojiblancas, recuerdo a mi padre fumando un habanos tras otro y contándome cientos de historias, recuerdo a toda esa gente que ese día conocimos y que llegaron a ser como de nuestra familia: al frutero, a Tomás y a su madre, la viuda, y sus hermanos -uno del Betis, otro del Bilbao, siempre discutiendo - a los chavales de Aluche, al cura que maldecía a los árbitros, al doctor que llegaba de Guadalajara y repartía recetas para todo el que las necesitase... con ellos fuimos a Lyon y a Zaragoza y a conocer el nuevo campo del Valladolid y a Sevilla cuando el campo del Betis era el Benito Villamarín y a Valencia, al Luis Casanova....

Luego las cosas debieron de ir mejor en casa porque nos cambiamos enfrente, a cubierto, como decía mi padre con orgullo, pero nunca olvidaré aquel trocito de grada. Todavía me llaman "la niña" cuando nos encontramos por el estadio y aunque han pasado 25 años nos seguimos riendo de cuando Matías gritaba que a sus 57 años, si él marcaba a Maradona no se le movía o cuando su bota dio la vuelta al Metropolitano y volvió a sus manos con vino. Todas esas personas me enseñaron lo que es el amor por el ATLETI, más allá de los partidos, las derrotas, las alineaciones, las directivas...
Hace ya dos años llevé a mi hija mayor por primera vez al Vicente Calderón, mi estadio. El Atleti jugaba contra el Betis, en el día de las Peñas, y de nuevo, ese día, el resultado fue lo menos memorable. Pero yo, como en su día hizo mi padre conmigo, le conté mis vivencias, todas las vividas en esa grada, en ese campo. Le narré cómo Kempes nos metió un gol desde el corner, cómo Futre hizo cinco regates imposibles para acabar marcando, le conté que yo vi el gol de Vieri desde la misma línea de fondo, desde dónde la enchufó Alemao aquel domingo, y porqué están esas flores en el corner...
Y así hubiera podido estar durante partidos y partidos. Porque desde la grada del Vicente Calderón aplaudí siempre a Pedraza (Mi Torres), vi cómo se las gastaba Arteche, me sorprendí cada vez que Tomás sacaba de banda y su saque era como un corner, conté los minutos para que Abel cumpliese su récord y lloré como Toni cuando bajamos a segunda. Porque un día les contaré que yo estuve el domingo que Torres debutó en primera o en aquel partido en el que Kiko hizo el arquero.
Pero ahora ya sabemos que todos esos recuerdos y los de tantos miles de atléticos se reducirán a escombros por el capricho de unos dirigentes y la complacencia de unos políticos, que tendremos que ponernos “el mundo por Peineta”, y que los indios ya no acamparán en la orilla del río...Pero allí, en nuestro Vicente Calderón, se quedarán nuestros sueños.
Allí se construirá un parque en el que cuando el aire meza los árboles se escucharán de nuevo los “uisssssssss” y cuando el viento sacuda fuerte, como en el corner del fondo Norte, hace 25 años, a alguien le parezca que están cantando GOL

27 comentarios:

Adal dijo...

Una pena como pocas, yo ya sabéis que siempre he sido contrario al traslado-deshaucio a la Peineta y eso que vivo al lado, pero no me gusta que me echen.

Dicen que cambiamos a mejor, puede ser, pero las condiciones en que se hacen no son las mejores, seguiremos con la deuda, no ganaremos un duro (pienso que al final pondremos dinero), la Peineta y la zona no está preparada para recibir a tanta gente,y encima si nos dan las Olimpiadas no jugaremos allí unos meses.

Simepre he sido contrario al Madrid Olimpico porque sabía que supondría esto, muchos me tachaban de poco patriota y cosas así, ahora sé que me darán la razón y seremos más.

El Calderón se había quedado pequeño y viejo, es verdad, pero las cosas se pueden arreglar, un poquito de pintura, ceramos la esquina, una visera para todo el Estadio y como nuevo, seguramente por menos dinero. Durante años se solicitó un aparcamiento subterráneo en los terrenos de los fondos y el Ayuntamiento los denegó. Después llegó Rubí y los malvendió.

Reclamaba el otro día Maria José Navarro a Cerezo un poco de limpieza en el Estadio. Ahora sé que seguro que no se hace, seguiremos con esos accesos cutres con paredes con las rasillas a la vista sin enfoscar y con meadas por todos lados porque hay pocos servicios.

Podría estar horas lamentandome, lo dejaré para mi blog. Un beso Helena, por cierto, creo adivinar que la foto es de Lyon, me suena la bandera.

Paul Marble dijo...

"En cualquier fiesta" de Fernando Márquez sirve perfectamente para acompañar la lectura de tu excelente "Mi Vicente Calderón".

ERA dijo...

Ya te conté una vez, Helena, el olor especial que me cautivó la primera vez que mi padre me llevó al Calderón cuando yo sólo tenía cuatro años, una mezcla de puro, cemento y pipas. Y, como te dije, todavía me sigue oliendo así. Y me emociona porque huele a fútbol, a sentimiento. A Atleti. Y hoy todo me huele a tristeza, a desolación y a irresponsable complicidad.

Fran Omega dijo...

Creo que ya había comentado alguna vez la coincidencia, Helena, que sin embargo, tal día como hoy, me parece tan, pero tan emocionante.

Yo antes, había sido un bulto sospechoso que se apuntaba a cualquier plan, invitado o pagando entrada, y había ido muchas veces; pero la diferencia de edad en mi contra, hace que yo tuviese unos cuantos más que tú aquél día; pero también fue mi estreno como socio. Y también fue mi regalo de cumpleaños.

No tengo más remedio que entresacar tu párrafo: Tenía doce años recién cumplidos y el carnet de socia había sido mi regalo de cumpleaños. Era un sábado de octubre y jugábamos contra el Barsa. Por el atleti, Pereira, Marcelino, Juanjo, Arteche, Quique Ramos, Marina, Manolo Agujetas, Pedraza, Hugo Sánchez y Rubio. Con el Barcelona venían Shuster, Marcos, Julio Alberto, Victor, Moratalla, Alesanco.

Hele Atlética dijo...

Me dejas de piedra, Fran. Tendríamos números seguidos.

Un abrazo
Hele

Anónimo dijo...

es la primera vez que entro en tu blog y literalmente he llorado leyendo tu artículo, me siento tan identificada contigo, en mi caso no recuerdo la primera vez porque tanto a mí como a mis hermanas nos han llevado desde bebés al Calderón y me siento impotente y muy muy triste con la venta de la que considero mi segunda casa porque allí literalmente he dado mis primeros pasos .
Yo también tengo una niña, sólo que es muy pequeña, trece meses, y no me va a dar tiempo a enseñarla a amar el Calderón y desde luego no voy a saberle inculcar ningún sentimiento bueno hacia la Peineta, me temo que lo que en mi familia ha sido como una religión transmitida de padres a hijos se vaya a cortar.

Paul Marble dijo...

Chon: no seas injusta con tu hija (aunque tu chico no esté muy de acuerdo conmigo). Yo, al menos, no lo seré con mis hijos; porque, afortunados ellos, no les ha dado tiempo de amar el Vicente Calderón.
La "religión" que dices debemos transmitirla. Es nuestro deber a pesar de todo.
Un abrazo en este jodido día.

Manchego Curado dijo...

Qué mona estabas ya, leche

Anónimo dijo...

pues a mi no me da pena irme del calderón, siempre que sea para mejor y encima más cerca de mi casa... mucho animo y verás como allí también haremos historia.

Sergio Medina dijo...

Me encataba ese atuendo futbolero de los 80, mucho más sentimental que este de la modernidad. Gallardón robo el dinero de mi familia y ahora me roba el cmapo. Te lo cojo para la web con tu permiso.

Hele Atlética dijo...

claro, Sergio, no tienes ni que pedirlo. Un placer.

Helena

miguel diaz dijo...

Bueno, Helena, supongo que no supimos hacer nada por evitarlo.

En mi caso, me regalaron el carné con 10 años por sacar buenas notas y el primer partido que vi fue contra el Depor. No recuerdo la temporada, ni la alineación. Pero si recuerdo que Luis metió algún gol y el profundo olor a puro que impregnaba todo el estadio.

Mi Atleti era el equipo de mi barrio, recuerdo el ruido de los cascos de los caballos de los “grises” los domingos a las cuatro de la tarde por la entonces adoquinada Virgen del Puerto. Recuerdo el suelo lleno de carnés cuando perdíamos y cómo el lunes estában todos en las oficinas de “barquillo” sacándose un carné nuevo porque se le había “perdido”.

En fin, que no supimos hacerlo mejor. Entre todos consentimos que esto sucediera. Un abrazo. miguel

P.D. Si la de la foto eres tú, qué pena no haber coincidido 20 años antes. Perdón, mejorando lo presente.

miguel diaz dijo...

Con esto de que se te llevan los post de un "lao pa otro" me vuelven loco.

Te reproduzco mi comentario de tu post en el "otro lao"

"Escribió Oscar Wilde que existían dos tragedias en la vida: una era el no conseguir lo que uno deseaba y la otra era el conseguir precisamente lo que uno deseaba; y que, con diferencia, la segunda era la peor, era la gran tragedia.

Hele, ni tú, ni unas pocas personas, que como tú habéis luchado hasta la saciedad para que esto no sucediera, os lo merecéis. un fuerte abrazo y sigue luchando."

Aunque mantego mi P.D anterior

Billie dijo...

Lo peor no es perder los recuerdos, los recuerdos no nos los podrán quitar. Supongo que los recuerdos se fueron también con los que dejaron el Metropolitano. Lo peor es sentir como te roban, como te aniquilan, como te enagenan y contemplar impotente que sólo a ti y a cuatro más os importa. Últimamente me siento de más en este equipo, no reconozco ninguna cara amiga, ya no tengo ni abono, ni voy al campo, leo los foros y los blogs y ya no tengo ganas de opinar ni de polemizar, ¿para qué? Creo que estamos ante un paso más de la desaparición del club y creo que algunos hasta harán coros el día que se anuncie su fin porque ni en las buenas ni en las malas dejarán de animar. Pobre Atleti. Saludos y Forza Atleti... aún!

Paul Marble dijo...

¡Eso, eso, a la hoguera con los que "ni en las buenas ni en las malas dejarán de animar"!. Ahora lo importante va a ser el ir quitándose mierda. Cuando, en mi opinión, absolutamente todos somos culpables. Empezando por mí.

Dr. Caligari dijo...

Fantastico el cuento de la bota y el vino.
Un saludo

BME dijo...

Pues yo, que soy de la Selección -aunque más merengón- suscribo el artículo de Abellán en Marca el domingo: los recuerdos no quedan enterrados bajo los escombros que haga la piqueta sino que los lleva cada uno en su cabeza y en su corazón.
Y esos recuerdos alcanzarán la categoría de Leyenda cuando tus niñas miren con asombro el rostro brillante y en trance de su madre cuando hable de Pedraza, del cemento, del gol de Vieri, de las flores en el corner...

Anónimo dijo...

Jo, Hele, cada vez que veo esa foto me da un vuelco al corazón.

¿Hacemos un concurso a ver si la peña adivina quién soy de ellos? :-DDDDD

Lo del campo, pues chica, a mi pena me da, y mucha, pero también imagino que a la peña que dejaría el Metropolitano sentiría mogollón de nostalgia por dejarlo, ¿No?

Yo, si fuese realmente un cambio para mejor y esas cosas, y, por supuesto, con otros gestores al frente del mismo, pues socia, qué quieres que te diga ... A lo mejor lo que ahora lloramos mañana lo recordaríamos con el mismo cariño con el que hablamos de él en estos momentos.

De todas formas, hay tantos interrogantes aún por decidir, que ni siquiera me quiero plantear seriamente el tema.

No sé ... En este asunto, probablemente, ando un poco confuso.

Un besote, socia. Y guarda esa foto como oro en paño. Es nuestra historia, lo que nadie nunca jamás podrá destruir. Todo nuestro sentimiento rojiblanco a flor de piel.

Billie dijo...

Si se siente Vd. culpable Sr. Marble haga algo. ¿Quiere que le aconseje alguna cosa? empiece por dejar el abono y anime a dos abonados más a no volver al campo y que estos, a su vez, hagan lo mismo. Despoblemos esas gradas que no son nuestras. Hago cuanto puedo y no presumo de ello porque no lo voy contando. Vd. a mi no me conoce, no me juzgue, si quiere hacer examen de conciencia, hágalo pero no me mezcle con sus miserias. No es mi intención ofender pero bastante tengo ya con lo que tengo. Saludos.

Anónimo dijo...

Quede claro antes de nada que estoy en contra del traslado,quede claro primero de nada que apoyo y apoyaré cualquier iniciativa que intente paliar semejante pérdida, pero también tengo muy claro que nada ni nadie me va a quitar lo que en mi vida representa el atleti y lo que más me emociona cuando lo siento: SU GENTE.Y no me refiero a la afición que es capaz de decir que es del Atleti a los cuatro vientos pero luego no sabe o no quiere saber cuando los partidos no son atractivos (y no me refiero a los del terreno de juego).Yo no conozco otro estadio que éste y no sé cómo voy a reaccionar cuando se acerque por Pontones la primera excavadora ( quizás me convierta en el chino aquel de delante del tanque)pero por lo que que a mí respecta no me sentaré en mi butaca y recordaré como si tuviera 80 años "aquel Atleti del CALDERÓN". No tengo muy claro cómo actuar, pero odio que gente como Helena, que le hierve la sangre al tocar el escudo, me hable de pena y de desilusión...y que todo su esfuerzo y dedicación día tras día (como el de tanta gente anónima que también curra) reciba sólo la recompensa de tres palmaditas en tantos y tantos foros y bloggs que crecen a diario como la crisis. Quizás no podamos hacer nada por el estadio,quizás no tengamos la fuerza, las ideas o las ganas de poder remediarlo pero lo que jamás podemos hacer es convertirnos en almas en pena o rendirnos.Si se puede luchar luchemos, si hay que apoyar apoyemos y si hay que movilizarse nos movilizamos....pero no nos refugiemos en la casa del masoquismo, seamos indios, indios de verdad.Si tanto nos duele busquemos las plumas y las flechas y aqui en el Calderon o donde acampemos, cantemos nuestras canciones de guerra porque si hoy también las callamos para siempre entonces flaco favor le habremos hecho a quien fue nuestra casa de emociones.Si lo venden que no sea con nuestro silencio....¿donde hay que firmar?...No quiero pañuelos,ni añoranzas del ayer, quiero manos preguntando que puedo hacer ( y no todas desde un teclado).La mia la primera...¿cuando empezamos?

Paul Marble dijo...

No Billie. Soy culpable y lo asumo. Lo que no voy a hacer es culpar a otros (ni a Agrupación de Peñas, ni a Veteranos, ni a Senado, ...).
Y el que quiera renunciar a su abono que renuncie, me parece una postura muy valiente. Pero eso de empezar a repartir culpas para lavar conciencias me parece muy feo.

Anónimo dijo...

Somos un poquito penosos, no? Por qué nos autocompadecemos de esa manera? No podemos hacer nada, es lo que hay, lo sabemos desde siempre, (siempre es cuando Gil estafó a todos los socios y se quedó con el club. Yo soy accionista, siempre que he podido he aumentado mi participación el club, logicamente es de risa, pero algo es algo, estoy en contra contrísmia del traslado, pero la vida es así, nos engañaron y siguen haciendolo, pero sinceramente mi postura es "Qué le vamos a hacer", me iré a la Peineta y me acostumbraré y seguiré disfrutando de mi equipo o cagándome en él en otro estadio, (que será más bonito y más sofisticado, más guay y tendrá nombre de aspirina o de coche coreano), porque seguiré abonandome año tras año, aunque a veces lo pague como el que paga por castigo vitalicio. Es triste? puede, seguramente sí, pero es lo que hay.

Billie dijo...

No Marble, nada más lejos de mi intención ir repartiendo culpas, qué más quisiera yo que la afición atlética fuese como la gente que lee este blog y comenta, y hasta se siente culpable. Si lo que a mi me duele en las entrañas es que a la mayoría de la gente le da igual que marchemos a la Peineta, a Mostoles, Parla o Fuenlabrada si aquí culpable no se siente ni el Tato, y eso es lo que me asusta, más que asustarme me desorienta, no concibo que la afición no reaccione. No sé si me entiendes. Un saludo.

Paul Marble dijo...

Pasarán varias décadas hasta que nos recuperemos del cataclismo social que provocó, tras una jugada maestra, Jesús Gil.
Billie, si te das cuentas las gradas del Calderón están pobladas en su inmensa mayoría por chavales (menores de 30 años). Éstos sólo han conocido el gilismo. No han conocido el Atlético de Madrid como Club. La reacción que pides es imposible que se produzca porque no han conocido otra cosa. Soy de la opinión que si hubieran convocado elecciones para "decidir" irse a la Peineta, una mayoría abrumadora hubiera optado por el "éxodo".
Otro.

otomano dijo...

Queridísima Helena,

Ante la impagable foto ochentera de mi amigo Tomi que usted me regala en esta entrada debo agradecerle este gran momento. Aprovecho la ocasión para añadir que si nos conocemos alguna vez en la vida real está usted invitada a lo que quiera, pago yo.

A sus pies,

El Otomano.

P.D: @Tomi, que jartá de reir, tronko !!!!!

Hele Atlética dijo...

Otomano:

Si me deja usted un correo electrónico le aseguro que me gano la barra libre de por vida. Porque tengo otras, incluso en la grada de Lyon que son la caña. (cuanto daño hizo FAMA a nuestro look juvenil)Lo bueno que tiene el Tomi es que sigue igual. Tal cual de auténtico era con 16 años como lo es ahora. Y eso es algo que no se puede apreciar en una foto, solo podemos disfrutar de ello los que tenemos la suerte de conocerle.

Un abrazo
Hele

Anónimo dijo...

¡Qué vergüenza! Jugando la una y el otro con la imagen pandillera universal de uno ... Bah ...

PD.- Hele, no me digas esas cosas que me emociono, joder ... :'-)))

Un besote, socia. (ya te daré a tí foto, Oto, ya) ...