miércoles, 26 de noviembre de 2008

Yo también soy un "pesao"

El pasado lunes 24 de noviembre el presidente del Club Atlético de Madrid, D. Enrique Cerezo acudía al programa de televisión “La noche de María José Navarro” que emite semanalmente la cadena Popular TV.

Al final de la entrevista en la que se repasaron algunos aspectos relativos a la actualidad del club, la presentadora del programa, Dª. María José Navarro, preguntó al presidente del Atlético de Madrid el motivo por el que no se había dejado renovar el abono a D. José Luis Sánchez Ayuso, presidente de la asociación Señales de Humo.

D. Enrique Cerezo manifestó que “No creo que sea la persona más idónea para que se le renueve el abono, primeramente porque es un pesado, un pesado”. Cerezo utilizó argumentos completamente falsos tales como “Y luego porque en vez de ayudar, cuando tiene que ayudar como buen atlético que es, como una persona que se considera, no sé... vienen los ultras del Marsella y se hace amigo de todos los ultras”, para finalizar descalificando a nuestro presidente con estas palabras “Ahora, te digo una cosa, pobre de la mujer qué este le eche el ojo”.

Este hecho vuelve a poner de manifiesto el talante de la Directiva del Club Atlético de Madrid que ante las críticas a su gestión resuelve denegar el derecho de un abonado a acudir al estadio Vicente Calderón como si fuese un delincuente o persona violenta que pone en peligro la integridad del resto de aficionados.

¿Será ésta la práctica habitual de la directiva contra todas aquellas personas que cuestionamos libremente su gestión?, ¿quién será el próximo que no podrá renovar su abono por mostrar su disconformidad con esta directiva?, ¿somos “pesados” y por tanto merecedores de que nos despojen de nuestra condición de abonados por hacer uso de nuestro derecho a la libertad de expresión?

Desde la Asociación Señales de Humo queremos responderle al presidente del Atlético de Madrid que somos una Asociación sin ánimo de lucro, formada por aficionados del Atlético de Madrid que sólo buscan el bien de nuestro equipo y la defensa de su espíritu y patrimonio de acuerdo a sus más de 100 años de orgullosa historia.

Lo que consideramos una medida de fuerza y coacción, una medida unilateral e irracional, impropia del país democrático en el que vivimos no va a conseguir nuestro silencio. Seguiremos siendo unos “pesados”, Sr. Cerezo, y no dejaremos de denunciar todo aquello que consideremos que no beneficia a nuestro equipo. Nuestro única motivación es la defensa del Atlético de Madrid, al margen de negocios urbanísticos e intereses mercantiles y ninguna medida dictatorial podrá minar nuestras ganas de trabajar por ese ideal.

Al resto de la afición le pedimos que tome conciencia de la terrible injusticia que se ha cometido contra nuestro presidente, José Luis Sánchez Ayuso, y que valore las justificaciones de D. Enrique Cerezo. “Hoy somos nosotros, mañana puedes ser tú”.

lunes, 24 de noviembre de 2008

El mister y la señora

Llevaba ocho años entrenando pero nunca la llamaron “mister”. Creó de la nada el Atlético de Madrid Féminas y lo aupó hace tres años a la máxima competición femenina. Se volcó también en la cantera, en enseñar a decenas de niñas que no se tragaron eso de “el fútbol es cosa de hombres” y en formar para ellas equipos en todas las divisiones, para todas las edades. Nueve equipos.

Ahora, María Vargas deja el primer equipo rojiblanco. Lo hace tras un largo periodo de reflexión, consciente de que el equipo necesita un cambio tras los últimos resultados deportivos. Ha debido de ser una decisión complicada. Apartarse de lo creado para dejarlo crecer es una decisión de gran valentía. Renunciar a aquello que lleva tu sello y entregarlo a otras manos sólo puede explicarse en el coraje y en el amor a unos colores. Los del Club Atlético de Madrid.

En otra división, en otro plano, en otro universo distinto, los chicos del Atlético de Madrid. Sí, también los del primer equipo, los de los millones de euros, volvieron a hacer que me sintiese estafada. No por la pérdida de los doce euros pagados, no por privarme de ver la victoria de Verdasco que valía una Davis, no por los tres penaltis injustos que nos han pitado o por los tres que han llegado en el minuto 94.

La sensación de timo llega al ver cómo nuestros once jugadores volvieron a ser incapaces de ganar a un equipo de la zona de descenso, un equipo sin ningún extranjero en sus filas, sin ninguna estrella pero que acorraló en su campo a otro once que anunciaba al principio de temporada que aspiraba a conquistar títulos en las tres competiciones.

Es un empate que pudo ser una victoria pero que sabe a derrota. En el último minuto sí, de penalti injusto sí, pero un resultado justo que no maquilla los grandes problemas que tiene este equipo. La falta de ambición de un equipo que creyó que el gol de Forlán sería suficiente.

No he entrado nunca en el debate de si Aguirre es el culpable de la imagen que dan sus chicos sobre el césped, no he valorado su sistema, ni he cuestionado su permanencia. ¿Saben por qué? Porque sinceramente, no lo sé. No me veo capacitada para poner en entredicho si es conveniente que se abarrote el centro del campo en Anfield y no en el Reyno de Navarra. No me gusta el ventajismo de criticar que sacrifique un delantero cuando la cosa sale mal y tampoco entiendo lo suficiente como para saber si los jugadores están bien preparados físicamente, juegan al “futvoley” en los entrenamientos o planean jugadas ensayadas en la pizarra.

Lo que sí sospecho es que este Atleti también necesita un cambio de rumbo y ese cambio tiene que llegar ya, si no queremos tirar por tierra todas las aspiraciones que teníamos hace apenas dos meses. Este Atleti tiene que dejar de dar bandazos y mostrar un carácter y una ambición fieles a los más de cien años que tiene a sus espaldas. Este Atleti, que un día lleva el pantalón rojo y otro amarillo, que un día la camiseta marina y otro la azulona, cada vez se parece menos a aquel de rayas rojiblancas que se ganó nuestra incondicionalidad.

Este Atleti necesita un cambio, un revulsivo. Lo necesita ya.

Por cierto, María Vargas dirigió ayer su último partido en el Cerro del Espino. Nuestra entrenadora no pudo despedirse con una victoria y las chicas del Athletic Club se llevaron los tres puntos a Bilbao. Gracias por todo María. Nunca pudieron llamarte “mister” pero has demostrado lo que es ser una auténtica señora.

lunes, 17 de noviembre de 2008

La vida en domingo (a las cinco de la tarde)


El Atleti siempre debería jugar los domingos. Los domingos a las cinco de la tarde, por supuesto.
Los domingos soleados de noviembre saben a futbol del de antes, del de toda la vida. A fútbol con previas de cañas, calamares y tortilla, a “póngame usted un café y un pacharán que me fumo el último cigarrito”. Los domingos de noviembre huelen a puro y a bufandas de punto. Los domingos soleados son familias que bajan por Pontones, son peñas de Guadalajara, son amigos que comentan las “jugadas” del sábado.

Si el domingo comienza prontito para compartir la Asamblea de Señales de Humo con gente que quiere al Atleti, que lo quiere de verdad, y continúa con un Gaudeamus en el que Lorenzo Rico y Cecilio Alonso desgranan anécdotas de aquellos otros domingos con sabor a Magariños. Si a las dos de la tarde te encuentras rodeada de tu compañero de pupitre del instituto, de un histórico del Frente Atlético, de una británica con más carácter que la Thatcher, de un chico con parka al que no le emociona la Velvet y de un palentino que vive el Atleti como si hubiera nacido en Cuatro Caminos, sabes que el día sólo puede depararte cosas buenas.

Y llegas al campo y sólo el naranja de las botas de Pernía te recuerda que no es el Atleti de tu niñez el que ha saltado al terreno de juego. Porque sí, porque los domingos soleados de noviembre también son Quique Ramos y Clemente y Marcelino.

El Atleti de ayer, que jugaba a las cinco de la tarde, se pareció mucho a ese otro Atleti que siempre jugaba a esa hora y que, aunque también perdiese partidos, saltaba al Vicente Calderón con la confianza del que se sabe capaz de ganar a cualquiera.

Antes del descanso ya había cantado dos goles: uno de Heitinga que lo fue y bien que me alegro y otro de Forlán que realmente no entró pero que cantaron como tal y al alimón gradas, fondos y tribunas. Pero el uruguayo, que tenía ayer la tarde, firmó su domingo con dos goles y dos palos que devuelven al Atlético a puestos europeos. Entre medias de sus goles marcó Maxi uno precioso tras una jugada iniciada por Maniche y cosida por Agüero en lo mejor que se le vio ayer al argentino. El cuarto también fue para guardarlo en la carpeta de los momentos de la temporada. También una jugada colectiva, en este caso entre Simao, Pernía y Forlán para que este último batiese a Aranzubía.

El Depor marcaba el del honor poco después. Poco importaba, la grada se divertía, ovacionaba a Pernía (quiero entender que desde el cariño tras su actitud en Liverpool y no desde la sorna, aunque no lo tengo tan claro) y despedía con aplausos al Kun.

En definitiva, un domingo de fútbol. De esos que disfrutamos cada vez menos porque hay que salir en la tele y jugar a horas intempestivas. Cuándo se darán cuenta que este Atleti, los domingos soleados de noviembre, a las cinco de la tarde por supuesto, juega mucho mejor.

viernes, 14 de noviembre de 2008

V Gaudeamus, balonmano en rojiblanco


Gaudeamus Atleti tiene el placer de convocarles a la celebración de su Vedición de este foro de debate.
La cita se celebrará el próximo domingo 16 de noviembre en el Salón “Los Oleos” del Hotel Pirámides (Paseo de las Acacias, 40. Madrid) a las 12.15 horas. En esta ocasión el tema de opinión y debate será "La Sección de Balonmano del Club Atlético de Madrid: pasado y ¿futuro?". En el debate participarán jugadores de aquella mítica sección como Cecilio Alonso, Lorenzo Rico, Paco Parrilla o Ángel Hermida y el que fuera vicepresidente y candidato a la presidencia del Atlético de Madrid, Salvador Santos Campano. También responderán a las preguntas que se les planteen y establecerán un interesante coloquio, moderado por Raúl Ávila, con el público asistente.

El Atlético de Madrid tuvo una histórica sección de balonmano entre los años 1948 y 1992. Despuntando como uno de los mejores equipo del balonmano español entre las décadas de los sesenta y los ochenta.

Entrenado por Domingo Bárcenas y por Juan de Dios Román, llegó a conquistar 7 Ligas españolas y 10 Copas de España. No consiguió ganar ningún título internacional pese a que llegó a disputar dos finales europeas. Fue subcampeón de la Copa de Europa en la temporada 1984-1985, perdiendo la final ante la Metaloplástica de Yugoslavia y subcampeón de la Copa IHF en la temporada 1986-1987, tras perder la final ante el Granitas Kaunas de Lituania.

Gaudeamus Atleti es un foro de información y debate que pretende rescatar la identidad histórica del Club Atlético de Madrid y trasladarla al presente. Desde su nacimiento, se han celebrado cuatro ediciones que han contado con lapresencia de personajes de peso en la historia del equipo y con el apoyo de un público que ha ido incrementándose con el paso del tiempo. Esperando que esta convocatoria sea de su interés, confiamos en contar con su presencia y participación en esta nueva edición del Gaudeamus Atleti.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Desenlace, nudo y planteamiento


Desenlace. Pita el árbitro la falta a metro y medio del borde del área y Simao y Pernía se sitúan frente al balón. Parece un lugar inmejorable para el portugués que sin embargo estrella el balón en la barrera, perdiéndose por la línea de fondo. No hay tiempo para más y el árbitro decide que ni siquiera se saque el córner. Perea abandona el hospital con traumatismo craneoencefálico. No parece serio.

- Oiga, Sra, sí usted, ¿Me puede explicar por qué empieza por el final?. ¿Es que no ha ido usted a la Facultad de periodismo?

- Hombre es que si empiezo por el principio, en cuanto les cuente el planteamiento de Aguirre les voy a fastidiar la crónica, déjenme al menos que le de algo de emoción a esto.

- Ah, bueno, si es por eso.

Nudo. El Atleti ha tenido el mando del partido desde que en el minuto 53, su entrenador Javier Aguirre ha decidido renunciar al esquema inicial y apostar por la habitual pareja de delanteros . Con la entrada de Forlán el Atleti parece que juega a otra cosa, las bandas se abren y los balones llegan más arriba. Pese a todo no está siendo la noche de Agüero mucho más gris que en otras ocasiones. Sin chispa.

- -¿Y lo del penalti?, ¿se olvida usted lo del penalti?

- Que sí hombre, que ya voy.

Cuando más presionaba Osasuna en el minuto 20, Portillo cae en el área y por allí cerca está Pernía y su alo radiactivo que desploma, apenas sin contacto, a todos los delanteros rivales. Coupet, que todavía no se lo he contado, pero sustituía a un Leo Franco a punto de ser padre, se sitúa bajo palos con cara de este penalti lo paro yo. Y lo para.

- -¿Ve?, es que así no hay quien se entere.

- Ya voy, ya voy

Perea abandona el terreno de juego conmocionado tras un choque con Plasil. Entra Pablo.

Planteamiento. sale de rojo y azul marino el Osasuna y de azul marino y rojo el Atlético de Madrid, creando mucha más confusión que si hubiese salido con sus habituales rayas rojiblancas. Aguirre repite el esquema de Anfield en el Reyno de Navarra para jugar con cinco centrocampistas y un solo delantero, hoy es Forlán en el que se queda en el banquillo.

- -¿Anda y cuál es su pretensión?

- Pues debe ser contener el centro del campo navarro, el del equipo colista, que hasta este partido ha conseguido cuatro puntos y marcado tres goles.

- Pero no es lo mismo contener a Leiva, Alonso, Kuijt, Gerrard y Babel que a Vadoc, Héctor Font, Masoud, Ezquerro y Plasil.

- Pues eso. Ya le digo yo que lo que salió bien en Liverpool, saldrá mal en Pamplona.

- Esto huele a cero a cero. Pero no se lo cuente a nadie, que si no ni le leen el resto de crónica.
-Ya, ya no se preocupe.

jueves, 6 de noviembre de 2008

La ciudad del Mersey por David Guitarplayer




¿Quién no ha soñado alguna vez con ver al Atleti en un estadio mítico? Desde que era niño La Bombonera, Maracaná y Anfield eran los escenarios elegidos para recitar alineaciones y narrar goles atléticos hasta quedarme afónico.

Y un día, muchos años, muchos sueños después, una dichosa bola determinó que nuestro equipo viajase a Anfield Road. Lo tuve claro...estaría en ese magnífico y mítico campo, estaría allí como fuese. No tardé en hacer las gestiones necesarias para conseguir mi viaje, pero amigos, la persona que me metió el gusanillo del Atlético de Madrid, haciéndome socio desde que tenía 4 años, llevándome a muchísimos desplazamientos con el equipo, como Parma, Ámsterdam, Brujas, y Creta (si, han leído bien, yo estuve en el partido contra el OFI Creta) lo tenía todo preparado. Mi padre quiso que juntos fuéramos a Liverpool.

Salimos el Lunes, víspera del partido, ese día sólo viajaban dos vuelos hacia la ciudad de los Beatles, el nuestro y el de los jugadores. En nuestro avión viajaban algunos veteranos como Gabi Moya, Roberto Solozabal y Alfredo Santa Elena. Hoy son personas completamente accesibles, ayer eran los ídolos que adornaban mi carpeta, las caras de los cromos que yo coleccionaba. Viví unos ratos muy agradables con los tres hablando de disposiciones tácticas, de jugadores favoritos y de anécdotas de sus propios partidos, algunas impagables, como la de Alfredo recordándome cómo fue aquel gol que nos dio una Copa del Rey frente al Mallorca.

Liverpool es una ciudad donde los aledaños al centro histórico son una maraña de oficinas modernas y altos edificios, todavía en construcción. La ciudad todavía se hace a si misma, intentado salir de una gran crisis derivada de su excesiva dependencia de la industria. Es una ciudad de contrastes con su zona residencial de casitas bajas y arquitectura típicamente inglesa y un centro histórico que alterna sin pudor la solera de algunos edificios con la modernidad de las franquicias más comerciales. Me sentí decepcionado. No era la ciudad del Mersey que yo esperaba. La de los reds, la de las canciones la de los Beatless.

¿Adivinan cual fue la primera visita? The Cavern, claro. ¿Acaso alguno de ustedes hubiese ido a Liverpool sin pasar por tan mítico local? No fuimos la excepción. Dentro de una calle pequeñísima, se encontraba The Cavern, The Cavern Club, y de Cavern Tabern. ¿Cuál de las tres sería la original? Ningún problema. Servidor decidió hacerse fotos en todas y santas Pascuas.

La segunda visita fue al estadio de Anfield, cerca del centro, a unos diez minutos en coche. El Taxi nos dejo a los pies de la mítica grada The Kop, donde se encontraba la entrada al museo y a la tienda oficial. El museo resulto ser un pequeño lugar, acogedor, cargado de historias, repleto de recuerdos. Dedicado íntegramente al fútbol, sólo fútbol, nada más. Su colección es impresionante. Vitrinas cargadas de objetos clasificados por jugadores míticos, como Kennedy (autor del penalti decisivo que dio al Liverpool una copa de Europa), Hansen, o el propio Steven Gerrard, que ya es un jugador histórico para los aficionados reds. La joya del museo es otra vitrina donde reposan, acompañadas de sus respectivas camisetas y banderines, las cuatro Copas de Europa que han atesorado a lo largo de su historia. Sí, también aquella, que el Liverpool le ganó al Real Madrid y que se ganó los flashes de mi cámara de fotos. No es lo único que impresiona, el museo también alberga una placa en recuerdo a la tragedia de Heysel, así como un mural con los nombres de las mas de noventa víctimas dentro de unas minicamisetas.

La tienda del Liverpool está presidida por una grandísima imagen de Fernando Torres, pero sólo con esta imagen no nos podemos hacer a la idea de lo que idolatran los aficionados reds al delantero de Fuenlabrada. En su interior la mayor parte de los posters, las pegatinas, llaveros y demás souvenirs están dedicados su capitán Gerrard y a “nuestro” Torres. Yo diría que entre ambos copan el 70% de los artículos de la tienda. Por supuesto decidí llevarme una camiseta oficial, y no, no compre la de Fernando. Llevar a Torres en una camiseta que no sea la rojiblanca me haría sentir raro. Me llevé la de Gerrard, con el ocho a la espalda. Decisión típica pero es el jugador que más me gusta de este equipo. Disculpen, el partido todavía no se había jugado.

Ya entrada la tarde, y como no podía ser de otra forma, decidimos entrar a tomar unas pintas en un típico pub inglés. Compartimos charla y cerveza con unos aficionados del Liverpool enfundados en la roja, preparados para ir al fútbol. Faltaba muy poco para que empezase el encuentro.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Que en las buenas y en las malas, nunca deja de animar



Cuando tienes veintipocos años y el Atleti no te deja dormir una noche puedes explicarlo tranquilamente y todo el mundo lo entenderá. Cuando tienes treintaymuchos años y el Atleti no te deja dormir una noche puedes explicar tranquilamente que estabas escuchando los resultados electorales de los States si quieres que la gente no te mire con lástima y conmiseración.

Pero, ¿quién de ustedes pudo irse ayer a la cama y quedarse dormido tranquilamente? Yo desde luego no. En los casi 30 años que llevo viendo fútbol he visto muy pocas cosas como el penalti que el árbitro se sacó de la manga en el último minuto de un descuento sospechosamente largo.

Soy de las que discuto cuando llaman pupas a nuestro Atleti y no me gusta nada llorar por injusticias arbitrales o persecuciones de organismos europeos. Sin embargo, lo que pasó ayer sobre el césped de Anfield es para hacer dudar a los más escépticos sobre la limpieza de este negocio que se juega con un balón de cuero.

Y hoy no estaría tan solemnemente indignada si cualquiera de las múltiples ocasiones que tuvo el Liverpool en el segundo tiempo hubiese entrado, si Antonio López, Pernía y Perea, en especial no hubiesen hecho el partidazo que hicieron, si Asunçao no hubiese demostrado tanta fuerza y versatilidad, si el planteamiento de Aguirre no hubiese sido el correcto. Pero nada de esto pasó, el Atleti supo marcar y aguantar el vendaval con un juego que podrá ser más o menos arriesgado o gustar en mayor o menor medida, pero que a la vista del resultado era la apuesta más segura.

Más tarde un amigo les contará sus andanzas por Liverpool y cómo la grada colchonera enmudeció Anfield. Que en un campo como aquel sólo se oyese el himno del Atleti por encima de todo nos da el coraje necesario para afrontar mañanas como esta.

Jamás, jamás te dejará esta hinchada
Que en las buenas y en las malas
Nunca deja de animar


Por cierto, ganó Obama, ya lo saben, ¿no?

domingo, 2 de noviembre de 2008

La vaselina

“Si dentro de unos meses llega hasta esta página tras una búsqueda en google no se tome la molestia en seguir leyendo que esto es un blog del Atleti y no encontrará lo que está buscando”.


Hace pocos años, al poco tiempo de fichar Sergio Agüero por el Atlético de Madrid, asistí a un curso sobre comunicación que no me interesaba en lo más mínimo pero en el que, por compromiso profesional, tuve que matricularme. No sé ustedes que harán cuando se aburren y tienen que estar sentados en una silla haciendo como que toman notas. Yo, como me encanta hacer listas, suelo dedicar estos momentos a la de la compra, a la de ex novios madridistas, a la de canciones en las que se dice “camonbeibi” o a alineaciones imposibles. Cuando ya has acabado con todas ellas y el ponente todavía está en la página 7 de un power point de 40 es cuando empiezo a garabatear paramecios psicodélicos, vespas con espejos o escudos del Atleti, ya ven. Compartía fila con un argentino que señalando el paramecio me preguntó si era del Atleti y cuando asentí sorprendida, dedicó un buen rato a hablarme del buen fichaje que habíamos hecho con el Kun y de lo listo que era el jugador. "Ya verás que goles de emboquillada, ya verás", me dijo.

Así se quedó la cosa, porque yo no me había enterado de mucho pero tengo por norma no repreguntar a los argentinos y mucho menos a los argentinos que asisten a cursos de comunicación. Tiempo después averigüé que en Argentina llaman goles de emboquillada a las vaselinas. El Kun lo intentó ante Casillas en su primer derbi y el suave disparo se le fue alto por poco, muy poco.

A mí me encantan los goles de vaselina, mucho más que cualquier otro tipo de remate, cualquier otro tipo de gol. Ni trallazos desde fuera del área, ni disparos a bocajarro, ni regates al portero, ni faltas magistrales, ni cabeceos al fondo de la red. Una vaselina en uno contra uno, me parece una obra de arte. Para marcar así hay que ser listo y valiente, habilidoso y decidido. Justo las características que tiene este otro argentino que es de lo poco que nos hace disfrutar en días como ayer en el Vicente Calderón.

Agüero está de vuelta y con su primer gol de los dos que le marcó al Mallorca (no se lo pierdan) justificó que una se dejase la tarde del sábado en un gélido anfiteatro. El equipo sigue con sus lagunas, con su mal juego, con sus pájaras extrañas, con sus ausencias e indecisiones… pero tiene al Kun. El Mallorca que también tuvo ocasiones para marcar, Aduriz al larguero, Arango, Mario Suarez de cabeza y sobre todo Webó que hizo lucirse a Leo Franco no tuvo a un Kun Agüero que sentenciase el partido.

A mi hija Paula le acompañaba ayer uno de sus mejores amigos. Iván es todavía demasiado pequeño para entender de rivalidades enconadas y cuando le preguntan sobre cuál es su equipo, afirma que el Madrid y un poquito el Atleti (esto último si su padre no está cerca). No tuvo problemas para ponerse su bufanda y su camiseta rojiblancas y cantar el himno, fijándose en todo, con sus grandes ojos azules más abiertos de lo habitual. Cuando bajábamos por las escaleras seguía hablando de ese gol y golpeando – como el Kun – un balón imaginario.

Puede ser un gol de esos que dan comienzo a una historia. Historias que suelen empezar con un gol. Un gol de vaselina, de emboquillada, en un partido sin historia.